viernes, 18 de diciembre de 2009

ESPECTRO ESPEJO.-

Con intenciones de poeta inolvidable, berretines pasajeros, inclusive algún detalle de sombrero y de charol haciendo juego, con la sombra acompasada de bastón que marca el ritmo contra el suelo, yo entonaba la canción hecha de acordes de desvelo que te duermen con olvido de sonoronos y lejanos silencios, amanecer, después el sueño de los nuestros para nadie.
Todos duermen.
Así me voy de la noche y sus misterios, por la sombra que no existe, por la voz que pronuncia el consuelo de los muertos (los mios y todos los demas),
la inquietud, la finitud de los relojes, tiempo de piedra en la verdad, rio de fuego en la corriente de los días apagados que mueren en la siesta de la carne de la tarde.
Espectro espejo.
Donde se mira mi fantasma, en que lugar cuelga su espejo.-

miércoles, 16 de diciembre de 2009

INCENDIO CONTROLADO.-

A José Germán Tomatis, hermano por parte de tarde y discos viejos.

No voy a confesar, por respeto a los adultos que me leen, y a los ciegos que me miran (inclusive en los espejos) lo que a toda negativa de tu parte yo me meto, ya sean balas de alquitrán, platos de rejas sin preso, blancas formas del coontorno que no existe de cristal vidrio exclusivo, para cenas sin cenar, para olvidos con olvidos.
No diré, para contradecirte que la canción reclama tres acordes, un blues un rock and roll una sana ilusa melodía, bombo bomba estallando a tiempo y cuero piel a flor de nuestras bienvenidas, ventanas en la infancia marco subversivo de madera entre paredes en forma de fronteras de la patria aventurera de la curisidad, esquinas con abismos, bicicletas de pedales de rosas sin cadenas, crimen sin asesinos con sentencia de madre y penitencia.
A ti no te diré ni a la mujer que llama y habla con voz en tono inolvidable, que me hacen tanta falta, en el silencio, en la rutina repetida de ignorar, en las fotos, en las esquinas, en la cruda solitaria condena de todas las mentiras que me mienten, que me ofenden, me lastiman, teatralizando impunemente en su disfraz de antifaz y bambalinas, el parlamento que ejecuta la verdad sin guión ni suerte, sobre un escenario de años y preguntas sin respuestas por ajenos tristes grises respondidas con soberbia de los que dudan nunca.
Provoco con canciones un incendio controlado en mi afan de liberar el fuego que nos rige en el calor del corazón que enciende en la memoria y justificación de lo que ardemos, para con calor y luz resistir las heladas de todo invierno, irremediables, dar señales en medio de inclemencias que no saben veranos.
Arde ruso, a pura leña de cariño yo te quiero.
Que suene tu destino, allí estoy con la guitarra haciendo viento, avivando nuestra vida, a la hoguera lo que queme y nos encienda...

martes, 15 de diciembre de 2009

PROLIJO ENCONO.-

Cuando la hoja en blanco es una ruta interminable atravesando el mapa de lo propio, en medio de la noche necesaria un blanco silencio brilla frío,
un desierto inconcebible de paciencia hecha de arena piedra y sal extravía palabras hormigas, oculta amores montaña tras cactus con espinas,
siempre a orillas de camino o esperanzas sol al norte;
quien escribe o el poema que se anuncia bajo el cielo que lo cubre de intemperie,
precipita.
(Estos y aquellos, y ella total sobre su nombre), se acercan y se alejan de donde nunca han partido, pero viento de su lado y a favor, para los buenos,
así deduce el corazón sin fijar su vista errante, su proa y todo el mar, y la verdad se hace horizonte.
Un encono prolijo lo celebra,
enojo combustible para permanecer vivos.

martes, 8 de diciembre de 2009

EXPECTATIVA 29

Para que palabras mías si no son ni han sido de mi tiempo todavía; de nadie nada nunca letras sobre la mesa, la celada canalla de amores jamas correspondidos, el dedo en el gatillo de un revolver con una sola bala para él y para todos, la puerta y las ventanas ya cerradas, fría la noche, es ya casi verano.
Al pie de un mausoleo erguido en medio de una plaza (que todos saben donde), en un congreso del absurdo se desploma una canción, cae en silencio y se marcha en el silbido de un poeta cayendo hacia sus adentros (para siempre);
se va, me voy, nos vamos, ella ya no vuelve tampoco de donde nunca ha ido ni jamas regresara;
él ya nos ha dejado.
En nombre del amor:
Te convoco; no me traigas soledad quizás imploro; aún no puedo con la tarde sin su voz.
Os no os dejeis solo...

viernes, 4 de diciembre de 2009

TEXTOS LARGOS Y ABURRIDOS.-

A Edgardo (Andrés Cachi) Carignano, y al Manu; como culebras, sin ceder un metro de alegría.
Aquí vamos:

La poesía, un poema en soledad sin destino de mujer, un puñado de letras olvidables de los que siguen dando lucha, los reveses hostiles de la voz, la palabra y aledaños, todo, todo pero todo yo busco entre las parvas de las horas que crecen entre las piedras, el humo, la ansiedad, las cruces de la culpa y en la fe limpia del cielo.
Las paredes como los soldados solo cumplen su destino de pared, como de hombre armado y uniforme el antes no tan ocasionalmente mencionado (caprichos de la prosa), sin siquiera sospechar o preguntarse porque mierda es que lo cumplen lo que cumplen oxidando juramentos; les dirán nacionalistas, soñadores los mas provocadores elitistas, que mas da, es lo mismo: son paredes.
son soldados.
A diestra o siniestra del cinismo.
Y el amigo sin trabajo.
Y los trabajos sin amigos.
Y la sonrisas insondables de todos nuestros hijos,
me pregunto?
Me pregunto no se bien yo por estos días que pregunto...
La nariz protesta y sangra, la boca junta sarro y se rebelan las encías,
la guitarra no admite la mentira y ahí volvemos con el sol o con la luna,
que mas calle gritando yo con los ojos y los dientes?
Que olvido?
Una mujer?
Una mujer vestida de sus huesos amarillos y caricias impalpables?
Vuelvo a la guitarra, dije todo sin tocarla y asesine tres cuerdas.
Duerme el sombrero doble ala que no tengo junto a unos Ray Ban sucios, viejos que cierran sus ojos de cristal en medio de la mesa de madera que late y late medianoches.
Como dijo ya el poeta bravo del silencio y la canción, mucho, falta y sobra, tanto y otro; fronteras de poetas, poca poesía; poca poesía sin conocer la luz que conocen las hormigas, los duendes, los violadores del hastío, los hombres que lloran con la risa.
Agua en el desierto, lluvia en las sequías, hielo en el escoces soberbio que reina en ordinarios vasos de mentira, horizontes en cualquier callejón con tormentas y salida de emergencia, indiferencia en la ambición de zapatos brillantes y jornadas prolijas, no sangran no defecan, a eso llaman vida los muertos que se mueren muriendo de ganas?;
Llovemos, hielo somos si fuese necesario, zapatos con nudo de corbata, remera de inverno, calzoncillos largos de verano, inundados en medio de un charco.
Tímidos, osados, muy bien educados para la irreverencia, desparpajos, eruditos de veredas, tan mal intencionados como un arco iris con piropos de colores.
Vivimos sin duda dudando la vida que vivimos viviendo, vivimos muriendo, vivimos si nacen la felicidad y los besos aguardiente de los labios del limón de los deseos, el éxito, el fracaso de la sombra a contratiempo de los gestos.
La cara buena de la suerte gira como una moneda para todos, rienda firme del camino, cara o puño.
Dios de rojo carmín, pecado de seda y exclusivo, ó el diablo de las misas; impune yo nos encomiendo; nos cuide y nos proteja en la acción y en la plegaria de la oreja susurrando el altar de nuestras almohadas; de textos largos y aburridos, amores de rutina y cena fría,
del cancer generoso que enferma nuestra sana,
cada vez mas linda fatal y femenina,
vestida de solero de florcitas,
descalza, pisando y a sus pasos quien sabe que camina,
futuro, dolor, tierra de las despedidas,
divertida,
contradictoria y humana,
piernas largas,
mujer de carne y noche,
novia melancolía.

domingo, 29 de noviembre de 2009

INTIMIDAD.-

Dicen que los espejos...


Y si las botellas fueran días, serian meses, y si seriamente el paso del tiempo fuese una botella, este reloj de vidrio seria de tantas formas que para que explicarlo entre tanta multitud.
Si la muerte fuera, tan solo ese final que todos ya se saben, no nos decepcionaría tanto no saber como empieza el cuento y quien lo acaba que no preguntaríamos como preguntamos sin querer saber.
Y a mi que me han abandonado todas las mujeres que creo conocí; rojas, verdes, azules, amarillas, grises, negras, violetas, incoloras, todas; de maneras eficaces, que ustedes (y yo mismo) quisieramos poder saber poder querer, pero cuando digo todas; el cuadro no importa quien lo pinta y como usa su gracia el pintor que rige su gobierno en nombre del amor, ni en que pared esta colgado, o quien duerme su olvido, inclusive no importa de que pared ostenta su destino, ni de donde cuelga esa pared.
Lloré todo, y todo me ha dolido, los días, la suerte de mi sombra, los puntos cardinales, aquello que llaman camino, y ese costado de los años, que no se sabe bien si van junto a una mesa, una vena literaria, un país, una palabra, una canción, una tormenta, la orilla de algún río, los pies de una mujer, algún nombre terrible, o la voz de una poesía.
También reí cada vez que pude sin pedir permiso.
Las sombras de la tarde tienen eso, eso tan particular de ser la luz que antecede la noche, sus texturas, su sexo palpable; allí crecí, y allí alguna que otra vez ni la luna me ha favorecido.
Pero en esta intimidad, yo me sonrío, y me sacudo la niebla gruesa del olvido, la de la guitarra sin cuerdas, la de la terrible canallada que acecha en el enemigo.
En esta intimidad de palabras que me viven, me veo irremediablemente vivo.
Me celebro y los convido.

viernes, 20 de noviembre de 2009

INCERTIDUMBRE.-

A mi poeta que no hace otra cosa que hacerme escribir.
Pd: No puedo elegir tres poesias.-

A mi querido Julián, por sus textos a pesar de mis ganas.-

Este aquí, este allá, estas maneras terribles, occidentales y absurdas de enumerar las acciones, los contratiempos, las pausas.
Estos astros con horarios y reglas preestablecidas sin cosmos, girando en orbitas negras, opacas, sin fin ni propuesta.
Este mirar de reojo, de repasar viejas fotos, postales, esquinas, semáforos solos de gente y belleza, daltónicos, putos, tridentes de miedo social juzgando colores que no tienen normas.
Cobardes a sueldo.
Excesos menores de vidas pequeñas cumpliendo las reglas
(estrictos y serios).
Y aquella vida del otro entre uniforme y botones, mas acá de los prejuicios, del otro lado la muerte en sus zapatos de siempre.
La suela fría y prolija para ordenar el destino.
La policía en la calle, por la vereda, con sus dolores bastón sobre el lomo de la tarde, cumpliendo, reafirmando posturas, erguidas castradas, miedo, pobreza, pueblo, miseria, cocaína barata, violencia. PERSONAS.
Ese don de gente en oferta, incertidumbre terrible de pensar carne cruz, Israel orillas, Alemania, New York y Bolivia, libro sol tierra peste, certezas misterios muerte horizonte secreto ideas banderas desnudos invierno primavera, la gente, la tarde, ideas clase media, navidad, intuiciones toda esta incertidumbre de querer alcanzar lo que la muerta no prueba.
Soy gente.
Tengo la lengua suelta y mi poesia hace diez años.
Soy como un animal peligroso durmiendo los dientes.
Poesia del amigo terrible que escribe, valiente, gigante pequeño antinomia prosapia pobreza y otras 28 letras sin cielo.
Sombra a la sombra.
Sol a la arena del tiempo.
Varon de la hembra que ladra mi olvido en su libro privado.
Zapato podrido del tiempo, camina caminos sin horas ni suelo.
Y Dios y mi madre, mi padre y su suerte y sus pocos consejos, su hidalguia en la muerte como un soberano sin trono, sin reyes que reinen.
Y los días, una y otra vez la presencia y los días, los Jueves, los Martes, Miercoles la desidia, , y esta forma obstinada de ser perdurable sin saber las palabras que escribo y me forman, esteril de lectores la vida del ciego, intimidad sin poesia, danza gramatica luna, invierno vecinos trabajo rutina, es toda incertidumbre que vale tu nombre.
¿Quien sabe mañana que nos define en el aire?
YO ESCRIBO.
No puede mi musa caprichosa, no narrar tus designios que gritan en el sueño, al oido.
I N C E R T I D U M B R E, yo escribo.-

martes, 3 de noviembre de 2009

MUJER Y CONTRAPUNTO.-

Se me suscita una lluvia interminable la sequía del corazón, un reloj de agua el tiempo mio,
tormentas de arena el horizonte,
las esquinas doblando voluntad, vicio y camino; (mas acá), paredes llorando sus ladrillos de alquitrán, vidrio y madera, pariendo paredes de tristezas, con señales de humo y ventarrones.
Y alguien baila la danza loca de la risa entre los muertos.
Prostituyen la verdad, cambian los discos, cierran abren ataudes como puertas, cantan gruñen, blasfeman se esperanzan, no dan tregua, se esfuman, se desangran, piden mas, sobra todo en el banquete de la nada, quieren todo, todo compro, doy propina por el alma y por su sombra, niego insulto, me olvido me levanto, no doy por perdida mi fe en caída libre.
Maltrato mis recuerdos, opinan todos, los romanos, los egipcios, los gorilas, no cedo mi nombre doy batalla me repliego, reanudo, monto guardia me desarmo, dos partes de hielo, dinamito mi bebida, los buitres no beben si no es sangre que aun este caliente.
Escupo, me callo, desafilo uno a uno cada diente, tomo aire, repito, asfixio con la almohada pesadillas, respiro cuantas veces sea necesario.
Despierto con los ojos abiertos, se me suscita una lluvia interminable este desvelo de mujer y contrapunto.
Me espero en esperanza (estrictamente en moviemiento), me adelanto...

A Santiaguito Zambianchi, que conoce largo este tipo de relatos.

domingo, 25 de octubre de 2009

HOY ME DESPERTE.-

Grabado en Cabo Cañaveral, altisimas horas de la noche.

El hombre del vaso lleno, productor y amigo del alma, Mester.

Actor invitado el inefable Emiliano.

Disculpen los tonos los matices la noche la mañana....

jueves, 22 de octubre de 2009

22 DE OCTUBRE.-

La melancolía hoy es una araña muerta y en su tela abandonada, allí (siempre) en su sitio, se enredan los recuerdos, las polillas de la luz artificial de ciertas desmesuras que enloquecen la locura, la mancha de humedad, los pasos de una lluvia que vuelve con la sed y se va con la mañana.
Llueve hoy por la tarde y no me sobra sol ni mujer que me amerite.
Los zargazos de las olas del mar muerto clavan uña y diente en mi ventana, las noches de tormenta y soledad en las heridas, arden con ardores que asi valen; y el colchón es una balsa de algodón en una playa lejana, mariposa perdida, botellas sin besos, licor, ni despedidas; el último bastión de cierta fiebre y los desvelos.
La noche un obsequio diario, una sorpresa vestida de negro, que aveces muerte trae, ramilletes de vida, valijas, pañuelos disecados lágrimas en salmuera, celebraciones ancestrales, primaveras, invierno sin cuarteles.
La guitarra un destino de cuerdas y madera y un bruto entendimiento de música que suena, suena, suena como un río de cascabeles.
El reloj es una ronda sin infancia, ya que esos territorios las horas eran barriletes de un papel salvaje, perlas de mandarina eran las riquezas, calle de tierra, siesta, crayones rojos, amarillos, arco iris tesoro y mediodía bajo la parra del patio de mi vida.
Te con leche el vino de la casa.
El amor, las pequeñas cortesias, los detalles, el pan, la caravana de hormigas que seguia como un explorador, los inmensos corazones como el sol, los inviernos en familia, la helada con frazadas, la bandera de aquella patria chica sin banderas.
Pero el calendario y la carta cambian con los años y
el whisky como la luna necesaria, y otras banderas libran guerras que no son las mias, y ahora las hormigas pican, pero me queda un puñado de luz que alumbra las cosas en silencio y sin alardes ahora que dan las doce y la pared es tan solo una pared con un reloj y un calendario.
Y yo doy puntual los 29, sin retraso y en el mismo anden de trenes que pasan una y otra vez, a mitad de camino entre un poema inolvidable y el poema que me olvido.

viernes, 9 de octubre de 2009

DEBE SER...

Supongo, sospecho, imagino; utilizo palabras que ni siquiera se bien que sugieren, pero las agrupo, las adelanto diez minutos, luego, cuando me corrijo, las pongo en hora, y supongo, sospecho, imagino, deberían de ser una hora razonable, al menos, para favor de mis intenciones, considerando ellas mi presencia.
Camino la casa, convoco algún recuerdo irreprochable, derribo las paredes reventado la vajilla los vasos y mi sombra.
Sobrevivo a la invasión de la nostalgia, y perduro en mi propuesta de superar este minuto canalla que me impide, supongo, sospecho, me imagino, hacer lo que , sin reparos, dicto lo que late, donde dicen que ya saben, la que creo lo escondió, habita mi corazón, deshabitado.
Me armonizo.
De alguna u otra forma, me armonizo, debe ser asi, y asi sucede.
Despacio sin apremio espero la mañana.
Solo diré, que tenia tantas ganas de tocar esta canción.
Luego, no hay nada.
Me anticipo.
Por error me repito... (Y te involucro).
Deber ser.
(En esta hora incierta, yo dejo testimonio).
Que ganas de volver contigo a la guitarra.

lunes, 28 de septiembre de 2009

BREVE BRILLO.-

"Bailo con los que bailan, bebo con los que beben".
Walt Whitman.-

Lenta danza, afuera gris, su pelo brilla inquieto hacia mi intimidad, brilla la música, la ventana ofrece lluvia; (la lluvia brilla), afuera frio, afuera guerra, afuera ya no se yo quien habita.
Un mundo opaco de sol respira la mañana, un nombre muerto al pie de una flor seca.
Sueño un piano, sueño con la melodia que cantan sus manos.
Brillo.

jueves, 24 de septiembre de 2009

SACRIFICIO JAPONES.-



"No quiero estar afuera de lo que vos sentis"...

Navego por un letra hinchando las velas de rock and roll bajo la calida voz de Luis y la urbana púa de Juanse.
Dos enormes violas para sacrificar en esta canción.-

martes, 22 de septiembre de 2009

WHOLE WIDE WORLD (Asi cualquiera)



¿Donde esta mi señorita Pascal?

lunes, 21 de septiembre de 2009

sábado, 19 de septiembre de 2009

EXIT.-

Todo el ruido del día como un murmullo de trueno corre hacia el inmenso oceano de la tarde, como un arroyo cristalino que embruja la claridad mineral de la melodia que anticipa la canción, y yo, a orillas del silencio, como nueces con exuberancias mínimas y gestos taciturnos (moderado extasis), sonrio, y aplaco mis dolores con guitarra y soliloquios.
Invado a la memoria y no tomo recuerdos prisioneros, y bailo en el lugar una danza anónima de tu nombre y mi música.
Y entre todo el ruido del mundo como mis nueces, inmutable.
Y hago sonar a los de doble moral, a los de corazón hueco, a los armados de rutina y balas de prejuicio munición gruesa, a los sensatos de salud y buenas costumbres, a los especuladores de las horas ajenas descontando los minutos de la infelicidad impropia que les marca el reloj de sus puntuales hastios, con un solo acorde los sentencio.
Los jodo de su ruido y sus muecas burlonas; y mis nueces ajustician sinsabores, mi inquietud intacta, curiosa de novedad y otras verdades, se despeina con la brisa en la ventana.
Y ellos y estos otros pura cascara no mas de todos mis olvidos; así (yo) indiferente los mastico, y entre nueces me sacudo el domestico ruido de la mediocridad (que se jactan) los prolijos señores que no saben cuando el gusano (en la manzana) les pudrio el cajón y les seco las flores.
Rey muerto: funeral y vino.
No pregunteis antes de entrar donde queda la salida.

jueves, 17 de septiembre de 2009

PELIGRO, ROCK AND ROLL !!

GOLPE DE SUERTE.-




ODA A LA SIN NOMBRE.-

viernes, 11 de septiembre de 2009

LECTURA.-

La trama, y este punto y contrapunto del compás y la palabra, las letras, los minutos, aquella calle que pasa por tu puerta y me dobla en la esquina los recuerdos, la placita de cuatro estaciones (respira invierno todavía) y donde florecían tus besos y la tarde merendaba nueces, el sol, el sol entre los sauces que no lloran y los árboles que llueven se dispersa, sobra cielo y no me alcanza; y algún silencio distraído, la página siguiente de un extraño libro me anticipa.
La ciudad, sus arterias, su corazón de asfalto mojado no se yo si por el rocío o la humedad, las lagrimas del viento, que mas da, replegado por el frío, y mis pasos sin dejar huella alguna, y tus huellas allí adelante, por donde yo tomo el desvío sin el guiño de la luna, hacia el fondo profundo de la noche, buscando la orilla de la mañana venidera, la página previa de un extraño libro me recorre.
Sombras huyendo en taxis fantasmas que no van a ningún sitio, con maletines, con corbata, con tristeza haciendo juego y espantos moderados.
Sitiados, huyen, no importa que los mueve, los horrores suelen ser, más o menos los mismos, todos ladran su hambre de caricia, su pena desdentada y caníbal ofreciendo los mordiscos.
Pena que ladra, muerde.
Y la página total de un libro extraño me reduce y me devora.
Entonces me figuro presa y cazador, pan y miseria de mi propia poesía, así aunque no haya nadie en los espejos yo me reconozco y desde cualquier dirección podría orientarme hacia tus cosas.
No busco ley ni sentencia, no empuño armas por la palabra justa, (que Paco me dispense) pero doy todo por cada letra que no da por perdido siquiera un solo latido.
Las de tu nombre o el mío, las de un día cualquiera, las de un noche estrellada de grillos, las que dan vida a lo que ahora mismo nombro y me nombra.
Así mi libertad me decide.
Así me lee la página que escribo.

sábado, 5 de septiembre de 2009

EL CAMINO DE SANTIAGO.-

PROLOGO DE UN PROLOGO.-

El camino de Santiago.-
Sobre un libro de poemas de Sir Santiago Zambianchi.

Revisando libros viejos, historias medievales de reyes y dragones, paseando la mirada por viejos milenarios y perplejos paisajes impresos (de biblioteca y crepúsculo), me sorprenden a la vera de la tarde los poemas de un amigo, (que antes ya poeta en su corazón intacto de amistad fumaba pensamientos) en su abecedario desarmado, me veo invadido sin tregua ni bandera por la música constante que ejecutan sus versos en su caravana pagana y en imprenta; y me sugiero desandarme peldaño a peldaño, en sus peladaños solidos de fe (literaria) a fuerza de camino, tinta, sudor y sangre en la lectura y en la acción.
Pienso en mis privadas búsquedas de fe, sin poder voltear la pagina, en un rosario de libros ya leídos, en la cruz de ciertos autores, en la resurrección de cada letra muerta, y en el largo Camino de Santiago (pienso), como caminante con bastón y en sandalias lo figuro, sacudiendo el polvo de sus letras, la prepotencia de su rítmica y su siempre lengua en guardia.
Mucho antes de ayer ya llegaban estos versos, que me nombran me silencian me salvan y dan muerte, sin segundas lecturas cada verso late involuntario, por vivir vive y se expresa, viviendo.
A suerte y verdad se juegan su destino.
A poema, punto y pausa su verdad.
Cada verso en el orden del poeta, cumpliendo su función, predicando su verbo y su sujeto.
Estigma de escritor, las paginas en blanco, el lápiz sin saber su pena, la tinta coagulada, la herida en el costado, las botellas al frente, su corona de versos descorazonados.
Y la fe nuevamente, una y otra vez reza en su empeño, al pie de cada estrofa, como raíz existencial, en el altar de estos poemas que no se ponen de rodillas, oración tras oración pretenden el cielo.
Así sea.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

LLUVIOSO.-

" Lo que yo quiero no es cantar el hierro: es el hierro.
Lo que yo pienso es solo dar la idea del acero -y no el acero-
Lo que me enfurece en todas las emociones de la inteligencia es no cambiar mi ritmo que imita el agua cantante por la frescura real del agua tocándome las manos, por el sonido visible del río donde puedo entrar y mojarme, que puede dejar mi ropa escurriendo, donde me puedo ahogar, si quisiera, que tiene la divinidad natural de estar allí sin literatura.
¡M i e r d a!
Mil veces mierda por todo lo que no puedo hacer.
¿Que todo? -¿Que es todo, todo, todo? "


Fernando Pessoa.-

A la muchacha elegante, a la muchacha incapaz de renguera en la sonrisa.

De sol a sol me dispenso en lluvia por estas horas, y me evaporo frío por los rincones de mi sombra, pero conservo encendida la sonrisa y calientes los pies que conquistan veredas que no cruzan la calle; y compro flores en todas las esquinas y las dejo en jardines tristes de ventanas cerradas y puertas mustias.
Así te busco, lluvioso.
Así me ofrezco, lluvioso.
Así me curo y nos curamos.
Y mi guitarra rompe en lluvia, y llueve esta espera incierta de canción y otros detalles.
Escenas del capitulo siguiente, bastones de la duda, vísperas de abejas, desiertos sacudiéndose la arena.
Y trabajo los suspiros, el poema, los fantasmas, las botellas y el reloj.
No claudico.
Sensación a distancia próxima, a estación en medio de la luna, a tres partes de hielo y despedida.
Pero respiro y nos protejo,
lluvioso,
nos protejo de la árida caricia de la muerte.
Lluvioso de nosotros.
De pie, con libro, infusión y dos gotas de limón y primavera.

martes, 1 de septiembre de 2009

NO POEMA.-

En la tinta noche de esta tarde indeleble me disuelvo, evaluo la posibilidad de conciliarme con revelaciones secretas y espejos sostenidos en el aire, con la solidez de una esperanza a temperatura ambiente bullo y cambio de forma.
Indago a mis pulmones, cuestiono al corazón y doy tregua a la nariz, los riñones y la lengua; pido por cada uno de mis dientes, y excomulgo las culpas de las nubes que no llueven, me santiguo por mi pagana sonrisa, y no llamo a silencio a mis silencios.
Erradico toda posibilidad de lamento, pues estoy vivo y sobre mis dos piernas, tengo apetito y paladar, horizonte y madrugada.
Serias y livianas intenciones las mias de estar vivo y reafirmarlo.
Las calles como una sucesion de laberintos ordenados, como una execrable propuesta del orden absurdo de los días y sus secuaces;
entonces yo desordeno todo lo que el todo me sugiere y las regalo a mis antojos sin agravios ni penas, y las doblo en esquinas como doblan las campanas sus latidos.
De un estado a una frontera, de una bandera a un río indomito, de un pais a cualquier patio, sin viento o con tormenta, sin cardinal o brisa breve, sin dos manos o pulso firme igual se mueven los caminos, y asi me muevo yo por estos días, por moverme,
por moverme, asi, sin mas razón que el movimiento,
sin perder un solo verso en el intento,
en el intento del poema que aún no escribo y me camina.

lunes, 10 de agosto de 2009

PRAGMATISMO.-

A la montaña la llame paciencia y paciencia tuve para en la urdiembre que dibujan los ríos del destino escribir el secreto de la tarde, perseguir gaviotas en los sueños, caballos salvajes en la fe, y un indomable sentimiento en la pradera entre el ombligo y la garganta; y en las orillas de los días, a la luna taciturna inquietarla de canciones sugería mi guitarra, (y fuego al sol hielo a los vasos), milenaria percusión a los buenos corazones.
Y dije corazón que estas pensado cuando sientes.
Al pasado lo llame pasado y a la historia recuerdo de las cuestas ripiosas de la vida, dije fuego eres al fuego semejanza; umbral a la esperanza, vino a los besos, besos al pan y al sacrificio de la boca de tu boca.
Llame santa a mi madre, necesidad llame a las revoluciones en cualquier esquina, utopía a todos los patios revolucionados, y papá llame a mi padre.
A la ruta camino le dije, absurdo a los relojes, temor a las cadenas.
A los dragones los llame a los gritos y a mis gritos los llame leones, los llame con las orejas y los ojos cuando tuve que llamarlos sin que nadie escuche.
Alimento le dije a la poesía, felicidad a los cuentos de mi infancia, milagro le dije a la noche desnuda y femenina, árbol yo le dije al árbol, hijos no lo he dicho todavía.
Cirugía le dije al pensamiento, al amor, le dije valentía.
Adiós te dije a ti.
Así.
Así nombre a la despedida.
Como nombro yo lo mio, incapaz.
(con pragmatismo).

sábado, 8 de agosto de 2009

SANTA LUISA.-

A Elida Luisa Torre de Arana, mi tía. (la nuestra)

Entonces en esas noches en que me quedo en silencio y repaso las horas como si fueran papeles de un libro interminable, tu nombre me asaltaba con su presencia de luz, de solida luz librando las dudas y los momentos de incertidumbre mundana.
Aun me asalta, y lo agradezco.
Y tu figura universal, y tu vos de futuro, y tu conviccion vasca por esposa de un hombre ferreo, bueno, idealista, me volvia un niño bendecido de siesta, jamón, queso y permisos subversivos que mi madre cedia a tus honores.
Aun cede.
Y a mi, que me cuesta tanto todo, me salia tan facil decirte que te amo.
Te amo.
Mujer padre.
Mujer lucha caprichosa.
Mujer dueña de lo mio.
Asi sera, yo lo sentencio sin leyes ni siquiera sugerencias.
Te debo la insolencia, algún que otro prejuicio y el irremediable compromiso de tratar de ser mejor persona; de todas estas deudas los saldos ya se saben.
Coleccionaste novias y cariños invencibles.
Los sueños que no cumplo, en tu mesa de luz esperan su destino, y en la busqueda obstinada de la felicidad, ofreciste sobradas razones que se parecen a la vida.
Eres ese detalle irremplazable, eres de mi sangre, y eres de mi hermano el angel gurdian cuando de la mano paseamos los infiernos en oferta de todas las esquinas.
Luisa, sustancia de mi fe, de mi lucha religiosa por no percudir la historia que aprendi, y me falta tanto pero tanto todavia; la decente obligacion de seguir aprendiendo, lo que con un gesto de tu cuerpo nos abraza en tus herencias.
Tuyo.
Mis respetos mi fe y todo el gobierno de un cariño sin bandera.
José.

jueves, 6 de agosto de 2009

MI AMIGO EL POETA.-

Don Acevedo Diaz, intensidad, detalle de sus letras, un verdadero honor.

MI AMIGO EL POETA

¨Alabado sea el amor, aunque sea necesidad¨.
Silvio Rodriguez


Tomando en cuenta la frivolidad
del entorno,
se podría decir
que su hidalguía bebe en esas aguas
pero sale invicta de
toda mugre
a fuerza de ternura
esencial.

En el vaivén de los días
suele perder el paso
y
cuando descarrila
le nacen palomas en cada dolor,
trivialidades y siluetas
de mujeres inconquistables ;
melodías clavadas en lo sólido del mar,
ejecutadas con la desesperación
de lo que alcanza.
Pero están ahí.
Y está bien.



II


Recuerda todo mi amigo,
y lo traduce en abstracciones lúdicas
cargadas de polen y azúcar.
Y está bien.
Con el tiempo he llegado a comprender
que su lírica no escapa de nada,
más bien, se puede decir,
busca todo.
Eso es muy parecido al estilo.



III


Jamás nos ponemos de acuerdo :
Donde el sentencia jazmines
yo veo ecos ;
donde el lame piel
yo encuentro precipicios ;
donde el enciende el fuego
yo preño la brisa de lluvias ;
así hasta la hermandad.
Y en esa espiral
de desencuentros
logramos desplegar
el mapa intrincado del
cariño.
Monos sedientos,
sabemos buscar ríos
donde juran los oficiales que sólo
reina el asfalto ;
sastres del alma,
sabemos cantar lo que acaricia
sin elogiar sangre derramada.
Raspados contra la realidad
nos defendemos
sembrando
en el vientre de los
días
pupilas cargadas de años,
convite y
hermosa paciencia.
Cuando fallamos al mismo tiempo,
mi amigo Poeta y yo,
se puede decir, sin jactancia alguna,
que se produce el
milagro.



IV



Hemos hachado guitarras juntos,
y nos hemos sabido mirar con la
conmoción de quien nada sabe
de nada.
Amén.



V


Tras la pausa del día,
camina por el lomo de la noche
haciendo del absurdo una plegaria.
Calla por cansancio
Para después volver a
embestir
contra la campana de lo
impuesto.
Y aunque exuda dogmas y convenciones
corrige esas inmensidades
con el perfume
del que da y olvida.
Caballero sin memoria.
Despojado hasta la tiranía.




VI



Yo lo veo pasar
y lo santiguo de buena suerte ;
le deseo mil victorias
para que ría sin rejas,
le deseo mil derrotas
para que aprenda lo importante.
Lo levanto en mis brazos,
( y eso es mucho),
y le encargo luz
en las horas oscuras.
Lo intuyo elemental e infinito.


VII



Amigo poeta :
que tu alma,
tu cuerpo,
tus dudas,
tus tajos, tus soledades,
tus muertos y tus vivos,
tus horas de aceite y tu futuro,
vayan hacia el país inmemorial
que señala tus cuerdas.
Que mi boca
se pudra
si no alaba
tu precaria santidad,
tu pereza de hombre bueno,
tu salto amoroso
hacia lo obvio,
tu presencia decidida
a convencernos
a todos
que el corazón
debe tener
la altura
de una
montaña.

domingo, 2 de agosto de 2009

DOMINGO.-



Penumbra - Luis Alberto Spinetta Fuego Gris (1994)

Mejor voy a ver si puedo despertar...

martes, 28 de julio de 2009

MEMENTO MORI.-

Entonces yo no se si fue en Tandil ó en Nueva York, ó en Lisboa para luego por Oviedo por sus calles intentarlo.
Aún yo no puedo saberlo.
No se, si vestido de blanco con (tambien) blanco sombrero, en un cansino caminar, por el rastro te perdia, languido sin pena, tampoco se si era Julio o un frío de Febrero, intuyo que Madrid si lo sabia.
Me preguntaba, como pregunta el silencio, por Plaza San Martín si esperarte en un esquina, buscando en los bolsillos autores sin renombre renombrados, pequeñeces, quizas un chocolate, un tango a contra viento susurrando Buenos Aires.
Por Ayacucho sin alcanzar el cine, es por estos días, una calle mas que nunca alcanza el cine, una calle menos; y Paraguay al ochocientos hace cumbre, y Juncal ¿y que otra calle?, o por Corrientes entre Cordoba y tu rastro de luces sonrie la ciudad; ya no distingo lo claro de lo oscuro si abro los ojos como se abre una puerta, una ventana.
Yo sospecho deberia de haber sido en un viejo bar de Praga.
¿Habra sido en Paris de boina y perfumada?, seguramente con un sutil detalle en el cabello, en un nasal frances en la mirada, oyendo con las manos, dejando señales por doquier en fragmentos, en ramilletes de cinco minutos, en horas continuadas de tarde y media lunas al sol de un fragíl invierno de tu mano.
Entonces yo no se.
No puedo saberlo.
No se si fue en La Plata la vez que nunca fuimos, ¿fue en Rosario rezando un Parana? fue mi en mi casa mirando alguna foto en una mesa de Domingo, (fue la luz de la luna en la ventana en pleno día), y tomando el te mi madre, llegando los amigos, mi hermano, el fuego, el vino como un río de ternura beso arriba; ¿quien estaba? ¿era carnaval?, sentian las guitarras palomas en las manos eso si recuerdo.
¿Es así que sucedio?
Ya no se, pero culpo a esta tristeza inesperada que ya mismo despido sin pañuelos ni bandadas de violines eslavos.
Ya no se donde yo (no) te olvide, no hay forma de saberlo.
No puedo recordalo.

lunes, 27 de julio de 2009

ALAS.-

Amable se retiro la tarde a su lecho de sabanas de noche y entre las hojas amarillas del libro de tu asuencia un te con limon sobre las horas me bebia,
la luz, los interticios del espacio hilvanaron rayos de sol pasado el mediodía, la levedad de los recuerdos con sonrisas rieron y rieron,
los relojes con felicidad siquiera son latidos de una pared con intensiones de ventana y horizonte pero que mas da si con montaña o con gaviotas.
La tension en paz de un acorde naciendo en la guitarra, la inconfudible melodia de la voz de un ser amado sobre el compas constante donde tu tacto hizo silencio me armonizan.
Los colores de la casa, la habitación intacta de mi sombra y su sombrero, de mi alma y su baston, de los amigos y los años, de algún secreto desnudo y afiebrado.
Las sillas rompen fila, concurran al banquete los de buen pensamiento que urgen las urgencias del corazón y alrededores.
Me voy otra vez sin nada que me pese, pues llevo todo puesto y las alas intactas.

jueves, 23 de julio de 2009

PLEGARIA.-

A "nuestro" Alejito, la canción de cuatro manos y un corazón.

LLevate el mar y algo de sol,
llevate todo (de la canción)
Sal y tormentas se lleven los duelos

Suelta la voz, nombra tu fe
en cualquier calle dobla el olvido
(viento arriba tu suerte sube los caminos)

Estribillo: Y no llores tu pies por desandar las penas
Y bendice las fiestas de risa en las manos
(luz en mis plegarias)

Calma la sed, la ansiedad de Dios,
baila sin luna, no guardes silencios
(que en el eco tu grito se bañe de cielo)

Mira que un jardín, sin flores no es tal,
la tarde tambien proyecta sus sombras.
(perfuma la verdad de oscuros temores)

*En breve la canción en imagenes.-

domingo, 12 de julio de 2009

jueves, 9 de julio de 2009

LA GARGOLA.-


"Circúndate de rosas, ama, bebe.
Y calla.
El resto es nada."
Fernando Pessoa.-

Duerme sobre los techos,
y bebe estrellas de fino whisky escoces,
no hace preguntas ni espera respuestas,
solo permanece en su largo tormento de no conciliar los recuerdos, sostenida y bemol, su voluntad de piedra, en su amnesia quieta, en su ansiedad inmoral.
Desde las alturas (ella) se observa alerta del mundo subterráneo que crispa su lengua.
Los perros del Diablo ladran su espera, y las brujas del cielo no ofrecen carcajadas huecas, ni silueta negra en la luna para dibujar;
la noche se luce en su reflejo nocturno, vestida elegante de bruma plateada, con su tregua de sol entre los dientes, su caricia dormida antes del despertar.
Alguien, en la penumbra, enciende un cigarro, y otro con un clavo en la palma grita (religión), una fila de vasos se marcha a la guerra, y todas las puertas abren su dolor; la sal se derrama, el mar baila en paz, se cierra la lluvia sobre el horizonte.
Todas las horas sujetan sus alas, el tiempo y el mundo rompen el cristal que aqueja la ausencia.
Caída libre
(su vuelo final),
beso kamikaze,
(ahí van los romanos bajando el pulgar),
¿quien juega el jueguito de decir la verdad?.
¿quien duerme la risa?

lunes, 6 de julio de 2009

POSTAL ABIERTA.-

A María Ofelia, sus hijos
(y el que te regalaba flores también).

Buscaba en los cajones retazos de libros felices, para cubrirme esta noche,
tras el beso niño y nocturno de antaño, jugaba a mirarte y hacías como que no veías,
(para que ría como un loco),
a carcajadas el llanto,
y luego, mucho después, milenios antes de ayer soñaba tus tijeras mágicas recortando abecedarios y enseñándome a leer,
(leerte en silencio para decirnos mejor),
y la merienda era el mundo, y la guerra un soldado de plástico verde librando la siesta del inmenso patio.
Y hoy, en el teléfono te escuchaba reír y decirme cuantos decís que tengo?
Y reímos los dos otra vez.
Y tu nombre de Ofelia sin Shekespeare ni drama, y tu María de luz y dos hijos y un hombre, y tus manos de seda tejiendo libres mariposas y tu pelo de oro encaracolado, y tus ojos castaños, tus tres hombres te honran, el que duerme, el que baila y el que no sabe cantar.
A tu risa sin mar ni montañas, el sol, tu sol, el nuestro.
Felices 60 y propina, a tu invierno que nunca supo nevar.
Cariños mamuchi.
Tus hijos.-

domingo, 5 de julio de 2009

SAMURAI.-


Duermen los cementerios del mundo sus sueños muertos, y la oscuridad hace días se ha ido por la calle angosta hacia donde espera su negra espera, su hora muda.
Baila su danza el viento lejos de aquí; un milenario instante como saeta dibuja un suspiro sacrosanto atravesando la siesta.
A lo lejos se reagrupan tormentas que no dan por perdido sus truenos, pero cedieron su lluvia cuando la sed presento su feroz batalla.
El campo despierta empapado en rocío con ecos de voces queridas, restos de luz, una sombra al revés, un mirar transparente en la mirada matinal y tibia.
El fuego en las manos, el agua en los pies, la tierra girando su tiempo, el aire en el aire, la escena es un detalle prosódico entre tanta falaz palabra.
Un sol proverbial se diluye en el azul y estalla dando paso al llanto del cielo, luciendo la intensidad de su espada de brillo.
Soy un samurai en el inmenso silencio de la tarde,
meditando,
meditadolo todo;
soy algo quieto en la inquietante teatralidad de la vida.

jueves, 2 de julio de 2009

LOS VIVOS.-


"La noche entera con un hacha me ha golpeado el dolor, pero el sueño pasó lavando con agua oscura piedras ensangrentadas.
Hoy de nuevo estoy vivo.
De nuevo te levanto, vida, sobre mis hombros."

Fragmento del poema Oda a la vida, del libro, Odas elmentales de Pablo Neruda.-

La cacerola humeando una sopa de antaño soy esta noche, y soy la mesa en silencio y la música que tienen todas las cosas del Universo, me vuelvo mi propio alimento, y mastico preguntas entregado a quehaceres que representan el pulso y el trazo simplón de un día cualquiera.
Entonces descubro mi descanso del mundo,
descubro mis pies en el mundo
y denuncio un tiempo traidor y olvido al fantasma de los labios ausentes.
Olvido mi nariz asesina respirando calambres.
Y soy la sonrisa de este minuto sencillo.
Y me digo: estoy vivo.
Y soy mi ventana, y tengo la amabilidad de mi puerta; los dos bolsillos desiertos, la mirada de estreno.
Entonces vuelvo a la guitarra como vuelve la lluvia que trae esperanza.
Y soy mi esperanza, y me pongo a salvo de la guerra en la esquina, de la muerte en el timbre, del cancer inmundo que mata y que mata sin siquiera una mueca; el desden del invierno es una indiferencia.
Y sonrío y soy la cacerola, y luego una hornalla de fuego celeste, y después soy escoba que barre tristezas, y entro a la vida y salgo a la risa. .
Y río.
Y río.
Y me desbordo de risa, inundo la casa, desafilo mis dientes y desenfundo la luna.
Cambio cortina y silencio, intercambio opinión con las sillas y cruzo la puerta como un tigre de cuentos, y en un chasquido de dedos soy un perro ladradando mis penas.
Y sonrío, y no soy del bien ni del mal, ni de la mujer que de lejos quien sabe, ni del diablo que cerca quien sabe, ni de dios que en todos lados no puede, entonces respiro profundo y me miro, y digo: hoy soy de los vivos.
Sonrío y cocino mi dicha con dos pizcas de sal, y corazón a gusto.

miércoles, 1 de julio de 2009

LOS MUERTOS.-

"Cuando los oídos encallaron ciegos:
el ojo donde miro tu mirar recogió la voz que era de nadie.
Por su sordera le crecieron manos, para palpar el aire de su sonido huérfano.
Tu coraje regó la carencia y asedió mi brisa en el limo del espanto.
Ahora,
la belleza es un silencio latiendo el rostro".

Versos pertenecientes al poema "LIMO", del libro de poemas,
Grieta de penumbra.-
Carlos Ruta.-

Una interrogante de frío y lujoso mármol ostentaba la escena,
las paredes pálidas, las puertas duras como una puerta,
pestañeaban
de una nada a otra nada sin cerrar sus ojos de madera oscura.
Entonces los muertos con sus ideas muertas, jugaban su mano de mala muerte.
Entonces la lluvia llovía con resignación de lluvia,
y la tarde caía, como suele caer la tarde,
y la noche era una hiena con humor de perro muerto de hambre, una excusa voraz.
La sombra, a la sombra de un lobo se jugaba su sombra, y una docena de cruces sobre un libro inmortal, agua maldita sobre palabras de fe verdadera, mutilaban su destino sincero.
Una ansiedad en do mayor regia la orquesta.
Entonces los muertos afinaban sus instrumentos muertos, y sonaban muertos y armónicos.
Y descarrilaba un río y en él se hundía un tren vacío. Un barco obstruía ventanas y no se salvaban ni mujeres ni niños, ni ventanas ni calles.
La escena era real.
Mas o menos somos todos resina de la misma tristeza, la sutil variación son los espejos, y el vidrio y el reflejo en el aire.
Y se oían pasos.
Se oían los filos del viento contra la carne, el viento en las manos ventosas con dedos desiertos.
Y el sol era una ausencia, una esperanza rota sobre la acera.
Y alguien venia y renunciaba a la risa.
Y todos se iban sin ir a ningún lado.
Entonces los muertos preguntaban la hora, y un reloj muerto ejecutaba sordas campanas de bronce.
Puntualidad que le dicen de brillo barato.
Y yo recogía tu nombre de la escena en oferta,
y te daba un color
quebrando voluntad y hastío,
y orientaba mis pasos hacia donde estoy a salvo de todo,
hacia mi adentro me iba con tu nombre sanando.
Y los muertos morían mientras me alejaba contigo.-

domingo, 28 de junio de 2009

EL CENSOR.-

A Santiago Zambianchi, valiente y poeta, hombre buscando la palabra justa.-
Porque tengo la seria certeza que cuando escribís te juegas la vida.-
Por el arte independiente, acá estamos.

Se asoma, con la cabeza hueca y el corazón vacío, el prolijo censor, correcto, eficaz, y suspira alambres y siembra sombras; trae las manos muertas y tijeras oxidadas ansiosas de elocuencia complice, de sinónimos cobardes preservando la obviedad mas oscura y predecible.
Entonces ejecutan su discurso absurdo, su mediocridad autorizada, su espanto a la carta.
Y la poesía resiste, y arriesga su identidad, la palabra, la lengua y los detalles.
Y da un paso, y no retrocede un verso.
Entonces le ponen precio, la quieren sobornar, provocan la mueca boba y ríen con un terrible gesto incapaz; y la poesía ilesa se proclama, y respira, y se impone y arrasa con la sugerencia frágil de lo plástico, del interés despiadado de los anhelos monos de la monada, de sus deseos pobres, miserables, de la inquietud de rebaño muerto, pero escapa, y se eleva y deja atrás las traiciones irreversibles del poder estéril, de la traición solapada del imbécil.
Entonces la poesía lucha, callada, incubando el grito rebelde y la constante costumbre de resistir y resistir, y a fuerza de acción se impone, a puro verbo, y así nos involucra y nos pertenece, y generosa de luz nos autoriza la intención clandestina, la espera sublevada, y propone una ráfaga de amnesia a la muerte, la mata de irreprochable olvido, y dice destierro, patria, corazón, invierno, reloj, esperanza, y así yo la nombro y la llamo vida.
No puede el censor con la verdad, fracasa.

miércoles, 24 de junio de 2009

ORACION SENDERO.-

Si supiera que decir, yo juro que lo diria...

Entonces seriamente pensé en doce dragones,
así cerré mis ojos y vi constelaciones enteras bajo un fuego azul y briznas de centellas,
queme las naves sobre un mar desierto,
sin islas a babor, horizontes desmedidos, truanes o tesoros entre miel y terciopelos.
Así me fui sin vos con el sendero, (sin ver Roma), ni mirar el cielo;
a contraveneno la razón, las promesas rotas, el argumento, las cenizas del tiempo y los amarillos huesos;
a la suerte le ofrecí mi suerte y mis pasos largos buscando el camino.
Así, nuevamente pensé en doce dragones, (en un desvelo eterno), en solitarios corazones buscando el fuego azul,
así apure respiración, llanto y la pesadilla breve, y vi de rojo al cielo, y blancas paredes sedientas de ventanas, lluvia y fiebre.
Y dije libertad
¿de que estas hecha?
Y todo se detuvo, preciso, puntual como el próximo olvido;
Y dije soledad
¿quien en mi nombre te reclama?
Asi enmende las velas, y a estribor las heridas, los descuidos y la pena;
el corazón ondeaba alto, y la vida era un instante pleno,
la decepción hielo en el hielo, la muerte un hasta luego repetido.
Una premonicion de astillas arde sobre la cruz de cualquier beso.
Rece por mi risa, y por los ojos que te vean (no los sentencie su luz),
y eleve mi última plegaria a todos los extremos; al faro tuerto que se duerme hoy en el sueño,
así me fui, un gregario día de Junio, sin maldecir ni voz de trueno, sin humores rancios ni pañuelos, con fe a fuerza de fe, con miedo ensimismado, con la sombra de mi sombra de sombrero,
sin espejos, con pan y con recuerdos de oro y sangre,
pidiendo por lo bajo,
que te pierdan los senderos,
(esos que me pierden, donde te perdi primero).

domingo, 21 de junio de 2009

REESCRITURA.-


A Flopi Mazzinghi.-

"Sé muy bien que ya te escribí ayer, pero ha vuelto a hacer un día tan bello. Mi gran pesar es que no puedas ver lo que veo aquí."

Vincent Van Gogh. (pequeño fragmento, Carta a Theo).-

REESCRITURA.-

La tarde como un carozo rueda y rueda hacia la noche, y una amable luna da sentido al frío y sus detalles.
Una sonrisa tímida esboza la ventana, luego la neblina denuncia un suspiro sin aliento.
La casa a comienzos del invierno irradia una calidez inexplicable cuestionando todos los sentidos, tu nombre haciendo cumbre entre mis cosas,
tu nombre descendiendo sangre abajo, se mueve.
Me relee un viejo libro, dicen que mi padre, mi madre dice.
Una celebración, dos duelos, algunas despedidas, tanto llanto esta felicidad, estos verbos dignos.
Concluye aquel instante, se precipitan diez minutos, acude la sed y no desempaca, y yo no emprendo viajes ni apago las hornallas.
Repaso las fotos y las piedras, subrayo el sol, cierro la lluvia que abrió el día.
Deshojo esquelas, siembro preguntas en mesetas de papel, cosecho un quintal de incertidumbres.
Ferias viejas, la calle colonial de un tiempo detenido, la luz que proyecta un secreto castaño me evidencia.
Te reescribo y así la paz me escribe.

sábado, 20 de junio de 2009

BONSAI.-

Un pequeño tiempo vive en su pequeño reloj,
y su pequeño Dios, obsequia sus pequeñeces,
lento y moderado en su acción,
en círculos perfectos, danza;
danza su pequeña gracia.
Un miedo pequeño crece sano en su pequeño país, cosecha lo que siembra y se enorgullece de su pequeña soledad,
sus pequeñas gentilezas, sus olvidos prolijos,
su asepsia de pasión.
Aquella pequeña voluntad mueve un alfil.
Una pequeña dama mueve torre y come alfil.
Derrumbe obvio.
Un pequeño peón llora su pequeña muerte.
Exilio.
El ajedrez no es amor, mucho menos un juego.
Pequeñas raíces, aquella tierra añorada bajo un cielo diáfano que desde aquí parece pequeño.
Palabrejas y palabrotas pequeñas se baten en pequeño duelo.
Recorto poemas,
pequeños poemas.
Sobreviven aquellos valientes, se subleva un pequeño corazón, y siempre es señal de una inmensa esperanza.
Inconsciencia.
Pequeña inocencia sagrada.
Pequeñas hormigas hacen su trabajo constantemente, y sin embargo siempre falta tanto.
Pequeña contradicción clase media.
Pequeño punto cardinal de tres letras pequeñas, tus pequeños ojos en la pared inmutable pertenecen a esta pequeña tarde que no me pertenece pero me apropio.
Pequeño fantasma en el espejo rasura su barba y otras fantasmagorías.
No hay moldes para lo impropio, no hay gesto que se anticipe a lo inesperado.
Rompo pequeña regla, y lloro.
Soy un bonsai en esta selva inmensa.

viernes, 19 de junio de 2009

ORIGAMI.-


"Soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen, por este día, los muertos de mi felicidad"
Pequeña serenata diurna.
Silvio Rodriguez.-

Se pliega y se pliega una y otra vez esta tristeza de papel, esta hoja en blanco de mucho antes de ayer, sin tijeras, con invierno, con colores vivos.
La sonrisa es una grulla brillando elegante bajo un sol despreocupado.
Hoy soy feliz como un origami,
sin el detalle de tus manos, pero con tus ojos dando formas a las formas de la tarde.
Un poema se describe preciso,
impuntual como el nombre sin nombre de un adiós anónimo,
innominado.
Un tiempo se destempla en el aire, como la nota dominante de una canción que se rinde a la melodía.
Una ocasión se pierde y se vuelve una fuga.
Origami, feliz como un origami,
me repliego las veces que sea necesario.
Soy un cercano Oeste.
Un punto y una coma después de tu nombre.
Y todo se pliega.
La casa, la mesa, las sillas, la alfombra y la bañera, todo se pliega conmigo.
Mi madre al teléfono, luego en la puerta diciendo mi nombre, me ve y se pliega. Y nos plegamos como Origami, felices como origami.
Y esta tristeza de papel, es tanto y tan poco como un papel.
Un papel desterrado de la prosa, un papel que ni barco de papel sera, son hoy las ausencias.
Y digo nombres, y me preño la boca de letras.
Y aprieto el puño y suelto el corazón a los designios de esta felicidad, que se pliega,
se pliega y se pliega hasta darme y darnos forma.

martes, 16 de junio de 2009

BUSQUEDA INFRUCTUOSA.


"No hay mejor silencio
que el del sentido.
Huye.
Huye la vida
y en su lugar queda la simulación.
Bebe, entonces,
hombre tenaz;
liquida la ninguna deuda;
abraza lo que tengas cerca.
Este es el tiempo ideal,
la brisa exacta
para olvidarse de
todo".

Acevedo Diaz.-

En vano la tarde espera tus cartas, y la mañana a la señora noche resigno los pasos,
la sombra del invierno se duerme descalza y las manos del verano no acarician ningún rostro.
De espaldas caen las hojas de un otoño, hace siglos ya de espaldas.
De frente muere un beso en el campo de batalla que libra el amor.
La vida es un verbo corriendo los riesgos.
Nosotros, aquellos, estos otros, y aquel don nadie que se pierde entre la gente,
y la gente se pierde entre otra gente,
y la gente entre la gente y un don nadie.
Toda forma de olvido es un engaño, todo engaño una forma exacta de la sin forma del miedo.
La mentira y la sed.
La ansiedad y el movimiento.
Los intentos ciegos de raíz por ver la luz, inclaudicable esperanza.
En un laberinto de puertas abiertas, yo busco una ventana.

sábado, 13 de junio de 2009

CEREMONIAS INTERIORES.-

El sol en lo alto, el frío en las suelas de mis pasos, la tarde hoy es para mi, caparazón de una tortuga disecada, inmóvil yace su sustancia al alcance de mis manos.
Lenta, casi quieta se sugiere, insinúa su belleza de vísperas de invierno, de señales de hojas muertas, de vida renovada, de dolores imperennes, de sentires y amor en la ventana.
Soy de esta tarde, en mi interior la celebro.
Intimo de olvidos, ensayo ceremonias y afino el corazón apretando las clavijas.
Cambio cuerdas, me abrazo al instrumento, y así le pertenezco.
Me abandono en su madera, como un naufrago en medio del mar, como un viejo a su bastón, así me salvo.
El diapasón del corazón late sus notas.
Y mi canción, diadema hecha de cuerdas y corcheas.
Ofrezco el pan y soy del vino.
Resucito tu oración y me confieso.
Respiro por tres veces, te niego, vuelvo a tomar aire y siembro tu nombre en medio de la mesa.
Me purifico con inciensos de vainilla.
Tengo una corazonada de nuez en el bolsillo.
Un campo de mentas en el alma.
Me impregno de fragancias de hojalatas y vapores.
Tejo sombras y bordo la pared, pongo nombre a todos mis dientes, me abrigo, me cobijo de soledad y de suspiros, anhelo dos minutos de tu voz, la prisa de la noche que hoy me duerme, así me conmemoro de nostalgias, en esta ceremonia de las horas que se mueren sin reloj.
Presiento en la veredas las baldosas flojas de las ruinas de la historia, de todo y la humanidad, entonces vuelvo nuevamente hacia mi mismo, hacia la tierra de la infancia y del camino de mañana todavía no conocido.
Y me recorro, crepúsculo adentro, luna bien abajo en la creciente de la noche.
Bien adentro de lo mio te diviso, en los trigales de mi pecho, una espiga de oro es esta tarde.
Una voz amiga desandando las distancias, recomendado nombres, inundando la lectura de un instante eterno de ocho o nueve letras.
Naciendo los adióses en los partos naturales de las bienvenidas.
Ultimó los detalles, y repaso la postal inalterable de estas horas detenidas.
Ingreso a vivir este minuto posterior,
recién nacido,
después de todo el llanto de vivir,
yo te sonrío.

viernes, 12 de junio de 2009

PONTE VECCHIO.-


Con tu ausencia entre mis manos, sobre la piedra medieval de la belleza, me arrojo en mis deseos de verdad y buenaventura, con brisas cálidas de miedo, y crecidas feroces de la fe como montañas, hacia el Norte de la historia que me espera, quemando mi honor en besos de papel, derrotando tijeras en nombre de los pasos de tus pies de primavera.
Cruzo el puente viejo de este amor sobre la historia, atávico, sin tiempo.
No cedo a orillas del Arno mi honor a tu destino, ni tampoco soy tu caballero.
Tan solo en apariencias el sol suele ser hielo, llanto, canción furia o desvelo.
El sol es; y sol a sol en sus esfuerzos de ser sol se manifiesta.
Tu luna en cambio, es balcón, pequeños ojos, escalera, dulce hogar, dos despedidas.
Sombra sobre la historia, sobre la fría tarde de mediados de Junio hoy es mi sombra.
Tan lejos te convoco y allí mismo me ausento, y te dejo con la piedra y el río, y el corazón como un atril a tus designios.
Y lejanas batallas llora el puente, y no hay derrota con vísperas de muerte, y no hay victorias con muerte sentenciada,
no hay soldado moribundo ni patriota, con afanes de bandera o retirada.
Tan solo tu nombre es por estos días y todo nombra a puro Universo y punto cardinal.
Tan solo un puente viejo, y viejas promesas que no están en los extremos.
Así, en el paño del sueño se ofrecen gentilezas, y el valor que pierden los valientes.
No existen por aquí los besos sin destino que no cruzan ningún puente (o todos los caminos).
Miro como un niño, al otro lado tu belleza (siempre joven y cercana).

miércoles, 10 de junio de 2009

SECRETO A VOCES.-

"Dejó de leer el relato en el punto donde un personaje dejaba de leer el relato en el lugar donde un personaje dejaba de leer y se encaminaba a la casa donde alguien que lo esperaba se había puesto a leer..."

Julio Cortazar, (Secuencias, pag 112).

Dejé de permanecer y aún permanezco en el lugar donde ya nada queda,
(pero permanecia).
Dejo lo tuyo de una buena vez y me llevo todo lo mio, y comienzo por revisar papeles, desorientar la tarde y no resolver crucigramas, dilemas o palabras ausentes.
Enumero posteriores tareas, cartas de la academia, impuestos y deberes pendientes.
Resuelvo, de una putisima vez donde poner los miedos, (los mios, los secretamente mios, los tuyos bien yo se y tu me has dicho que no existen).
Y hoy, sin indagar a la pared, o sobre el hombro, despreciar a la ventana, me pienso.
Lleno hasta el tope el hueco donde hubo una sonrisa, con la sustancia de una sonrisa nueva.
No lloro.
Hoy no lloro ni una vez.
Y no me lloran.
Y no me lloran ni una vez.
Estudio seriamente la raíz de mi tristeza, y como un fantasma sin fantasmas, me espanto de alegría, y no germino en su semilla, y tampoco soy árbol y no soy libro, hijo soy, solo hijo.
Y no me resigno del invierno ó del verano que no fue.
Hoy soy todo lo mio.
Y un farol duerme en un viejo patio, y las escaleras, como costillas de mi puerta no les duelen las heridas, y pierdo mi sombrero, mi sombra y su recuerdo.
Y soy, y soy todo lo mio, y no me quejo, y no me quejo.
Hoy la razón del corazón dicto su parlamento.
Hoy me inicio nuevamente.-

domingo, 7 de junio de 2009

PROCEDIMIENTO OBVIO.-

Busco palabras, examino el techo, disminuido en canciones ejercito mi tristeza, enciendo un libro, lloro.
Bebo algo caliente, (no whisky), miro la ventana, nos miramos, ambos provocamos un mueca de desden, me siento.
Camino el pensamiento, no avanzo, vuelvo al libro, me voy decentemente del llanto (pero no muy lejos).
Miro la puerta, definitivamente cerrada, no dudo, no nada.
Pienso en el mar.
Pienso en la tarde.
Me anulo de sol.
Evito azules y los verdes y me vuelvo madera inerte de estas horas otoñales.
Busco sombras compañeras en la casa, desencuentro.
Me inclino a la memoria, pierdo el equilibrio y caigo.
Rio como loco, sanamente.
Anhelo una sorpresa en mis manos, una inquietud de amor en tus ojos, un imposible.
Navego un intimo abecedario y naufrago sin piedad, desconsuelo en la esperanza.
Pienso en el Lunes con sentimiento de Lunes.
Procedo a olvidarte,
mañana,
hoy no,
mañana.

jueves, 4 de junio de 2009

UN POEMA MUERTO.-


A Rodolfo, el Uruguayo, que se fue sin avisar...

Un verso escondido y cobarde, es como la muerte a cara lavada,
como una sombra a la sombra de un sol muerto en el lecho de la tarde mustia.
Es eso que aun no nació y se presume muerto.
Una prepotencia de la conciencia en el pensamiento de un corazón pensando.
(Sentir que le dicen).
Un verso ciego,
(en la vejez ó en la infancia),
es un trunco sueño, un abandono intimo,
una derrota cruda en cualquier momento,
en cualquier verano, país o tiempo.
Un invierno abierto en medio del hambre,
una calle oscura,
un violín sangrando sobre voces mudas,
un grito oxidado sobre el hierro firme de cualquier destino.
Un beso podrido,
la llave maldita y la puerta cerrada de la boca ausente de la dama amada que calla inocente.
Es un verso ciego, un poema muerto.

domingo, 31 de mayo de 2009

EN LLANTO.-

Buenos Aires, al oeste, bien al oeste.

Ella bien lo sabe, como bien lo denuncia y lo señala con solida eficacia; se anuncia una y otra vez en su abando de mi.
Elegante, sencillamente elegante de azul y de trigo.
Inmensa.
Total.
Generosa de distancias.
Yo camino las calles y canto bajito, vuelvo de donde nunca termino de llegar, en llanto,
en un gravisimo llanto, pereciendo secretamente mi felicidad.
La luna no es un reloj ni en sus formas.
Es una pena sin tiempo, nacarada su lágrima guarda.
Se aproxima el invierno y es Domingo y cae la noche, y una espantosa resaca me agravia impiadosa, sin misericordia, un lugar común como un lugar común.
Una vereda mojada me resulta esta tristeza.
Un callejón roñoso en medio de la belleza.
Una pintura de espaldas.
Este contrato del miedo, con sello y prolijamente estudiado,
garantizado bajo rubrica sanguínea,
su nombre,
su religioso y profundisimo miedo se argumenta y formaliza.
Existencialismo que le dicen, pero el culito abrigado no es el corazón contento ni mucho menos la gloria del alma.
Las zapatillas cansadas me miran de reojo, y bajo la mesa parecen dejarse morir, yo definitivamente mori hace una horas.
En llanto, inundo un corazón de lata, y se me oxida este cariño insensato.
Apago la luz. Me meto en la cama. Un desvelo burlón con cara de hiena ladra feroz.
Necesito un instante.
Una letra de libertad.
Necesito tu idioma y una dislexia brutal.
Un destino y un solo pasaje para verte de lejos crecer sin tormentas.
Necesito un paraguas y un día de sol, una sombra en la noche, un farol en el mar, un revolver sin balas, un amor de verdad sobre las putas mentiras de Lunes y oficinas.
En llanto quiero quemar la autopista.
Dicen que la tristeza pasa.
Pasa, si, pero todo se lleva, y duele.
¿Y que sera del poeta si el llanto no se adjudica una tregua?

sábado, 30 de mayo de 2009

ESTO NO ES UN POEMA.-

Hoy querido Nito, perdón por las certezas.-

Esto no es un poema, no es siquiera la muerte en pantalones cortos.
Esto es un espejo sucio, una copa rota al filo de la mesa.
Soldados hacia otras guerras, y guerras buscando soldados, mi sombra y yo inservibles para la próxima batalla, hombre que no huye se juega los dientes la nariz y las manos por ver su bandera bajo el sol otoñal de sus ojos, aunque se anuncien derrotas.
Vuelvo a repetir, como tanta otra cosa repito, esto no es un poema, no es siquiera un guitarra de lana con cuerdas de frío.
No es mi padre muerto, ni la canción que aun me duele.
Esto es un negro fuego ardiendo en la sonrisa, una hoguera en el fondo del mar.
Legales amantes sin el vicio clandestino de los besos robados a la vida.
Esto no es un poema, es un mal trago mucho después de las doce.
Es un cigarro apagado, un impropio amanecer volviendo de los silencios.
Convoco fantasmas y hago las valijas,
guardo papel, abrigo y blasfemias.
No salgo a la lluvia ni al sol ni a los nombres.
No lloro, no grito, no canto.
No muero, no vivo, no bailo.
Solo repito, esto no es un poema, es un smoking nuevo en un velatorio futuro.
Es un pasado de estreno.
Es un presente constante.
Es una danza del viento en el desierto del tiempo.
Una montaña de arena creciendo en el alma.
Una tormenta de nieve en la vista.
Esto no es un poema, no es el invierno ni el cielo,
no es el infierno, las calles, la soledad o las visitas,
esto es tan solo lo que NO ES.

martes, 19 de mayo de 2009

LARGUISIMO POEMA BREVE


En memoria a Mario Benedetti, el poeta.


Se fue por Montevideo.-

Se fue por Montevideo,
¿quien sabe bien a que hora?,
si fue a la hora de los trenes, o del canto de los gallos,
del diario matutino, o de un silencio de escenario,
de las fabricas y las manos minerales,
del sello y los papeles a las siete de la tarde.
Solo diré, que se que se fue por Montevideo.
Ya crecí, no como crecieron sus páginas, pero crecí.
En sus letras se llevo mujer tarde y ventana.
Se fue por Montevideo con su valija de fuego, con su exilio de la sombra, por el medio de una calle hacia el Río de La Plata.
Se fue por el oriente, hacia la muerte, eso que ya se sabe de la vida.

domingo, 17 de mayo de 2009

LAGO PERDIDO.-


LAGO PERDIDO.-

Mira, no veo nada en esta noche,
soy un cieguito que maldice los silbidos,
odio la luz,
que mas me da,
no me alimenta.
Mira, no veo nada,
todo es espacio
mejor voy a lucir mi gamulan de piel de rata.
Soy inmortal.
Soy algo inmune a todo,
lo que me mata es la sed.
Soy algo tétrico en la oscuridad.
Soy un espectro mas.

Canción del enorme poeta, David Iván Almada.

viernes, 15 de mayo de 2009

AMEN.-



Un momento de pausa profundo, tan solo un momento
(para siempre)...

Exquisitos saludos a todos.-

martes, 12 de mayo de 2009

EN EL NOMBRE DEL POEMA. -


"Son ciertas las memorias y la soledad.
La vida es cierta, y el olor a lluvia.
Todos estos días son ciertos.
Es cierto el pez
(como no lo dije antes).
El deseo de cambiar las cosas.
Entrar en los cafés es cierto, y salir al mundo.
Agarrarse de él un solo instante."

Miguel Barnet,
Todos estos días.

Citado en el libro
"Salvo el Crepúsculo",
Julio Cortazar.-


Se erizan las estrellas en la piel de la noche,
las lágrimas al sol y el frío a la sonrisa,
tibia,
liviana,
los pies del silencio me caminan las manos,
fugaces,
cercanas;
el tiempo reposado en su tiempo, la lluvia mojada en su lluvia.
La casa, como un detalle indiferente del mar y el universo,
se suspende en la tormenta de los días.
Un revés de calor en la mejilla, una incertidumbre marcada en la frente,
una emboscada al corazón,
(Ella de belleza, ella)
rodeándonos la vida.
Ni siquiera antes de que yo supiera
lo que sé tan cierto.
Las aves por la tarde,
a la hora del té y los pensamientos
(un suspiro azul, su avellana en la mirada).
Emigran estaciones, sin anden ni trenes muertos,
pañuelos de colores avivando el horizonte, avanzan anhelantes.
Un ápice de luz es en la luz un grano de sal,
(en la sal),
quizás una inmensa verdad en la letra y la palabra,
un pellizco de arena en la herida del mar,
una pequeño nacimiento en la muerte diaria de la muerte.
¿Donde esta viviendo la vida?
Ni siquiera antes de que yo supiera lo que sé tan cierto.
(Ella de belleza, ella).
Llovizna de Mayo tu risa de Abril,
quietud de las nubes,
duda del viento.
Una caravana de botellas,
lo se.
Una pregunta en la pregunta,
lo se.
La prepotencia de aquel libro necesario,
lo se.
En el nombre del poema y el nombre de los nombres de los hombres,
examino humanidades, excusas y respuestas.
Los exordios de un amor,
la palabra callada de sus labios.
El velo de la tarde y la misteriosa hora señalada se revelan,
ni siquiera antes de que yo supiera lo que sé tan cierto.
Bajo un pino puede la belleza ser tan solo belleza bajo un pino,
sobre un puente cruza un río,
ejecuta amaneceres,
sirve su centella sin razones de tormenta,
desnuda la pradera,
así,
sin jactancia alguna la belleza.
Ni siquiera antes de que yo supiera lo que sé tan cierto.
En el nombre del poema todas mis palabras dan la vida.
Todos los minutos, incendian su frondoso follaje de ansiedad,
sus horas de madera,
su bosque en forma de reloj.
¿Que inquiere la muerte?
La vida, la sentencia justa del destino.
Ni siquiera antes de que yo supiera lo que sé tan cierto.
Aquel Febrero,
aquel calor insistente que aun hoy nos acude.
Las veredas, mis zapatos, la memoria, los rituales mínimos de la domestica fe que nos recibe,
sin cruz y a todo cielo.
En el nombre del poema.
Ni siquiera antes de que yo supiera lo que sé tan cierto.

lunes, 11 de mayo de 2009

ALIVIO EN EL AIRE.-

A María Ofelia, la mujer mas linda y buena que conocímos.
Tus Hijos.-

"Puedo enseñarte a volar pero no seguirte el vuelo"
Alfredo Zitarrosa,
Milonga para una niña.-


Te llevas y regresas los suspiros,
¿que serian ellos, yo, los tuyos, nosotros,
aquellos que no son ni se saben?,
No podran ser ni saberlo,
como la inercia en el tiempo o el sol en un patio muerto
Absoluta y natural totalidad madre, nuestra, bien nuestra.
Caricia de alivio en el aire.
Madre nuestra que estas en el suelo cielo que sobrevuelan tus manos.
Aquí nosotros por vos vieja,
esperamos y esperamos...
(Lo que haya que esperar y lo que sea necesario).

La canción que tanto te gusta y nos enseñaste te espera en casa:

viernes, 1 de mayo de 2009

PEQUEÑA ORACIÓN MONTAÑA.-


Impetuosa y prepotente, como las revoluciones, la violencia de los ríos en su furiosa puñalada de corriente,
solida como un pedazo de verdad,
irrefrenable, contradictoria, en porciones de ansiedad en el desequilibrio de los riscos;
una descomunal montaña crece hacia el oriente bajo, hacia adentro, hacia la cima inversa del cielo y sus reveses.
Como un terrible poema en el lomo de un centauro enardecido.
Despeña el tiempo sobre sus ripios lacerantes, quiebra la cueca existencial del alma, el viento y las mareas,
un silencio alpinista, un descenso al revés.
El miedo reconoce sus miedos, y el amor su irreversible cuando desanda la cumbre de un profundo y blanco abismo en medio de la noche en la noche de todas las noches.
Escalo peligrosas palabras, no escatimo esfuerzo, sol ni primavera, y miro hacia abajo y hacia arriba y no encuentro preguntas para las respuestas que ascienden sobre el diáfano corazón en las alturas, (los pies y las manos en la tierra).
La sombra de la sombra del mundo se reduce a un puñado de materia incandescente sobre peñascos del olvido.
Una mujer dorada se sueña en su paciencia, y sobre un valle insoslayable,
(que llaman eternidad),
baila una danza atemporal a orillas de una mirada de sal y sugerencias de horizonte.
Elevo brevedades y me extiendo, no intento callar a mis suspiros y desato tempestades, afilo un tridente de centellas como los cuernos el Diablo,
como Dios a sus tristezas dogmatiza,
provoco las sospechas de los truenos y sentencio con la risa las vísperas de lluvia.
Desde el fondo de los fondos de un espejo observo los días venideros, respiro inmensidades, amo y señor de mis miserias,
todos buscan ferozmente tu conquista y pretensiones de fálicas banderas.
Yo te exijo con el pan de mis esfuerzos,
con las flores que fecundan tus secretos, soy el que recorre día a día tus formas perplejas y crecientes, con un sencillo anhelo insuperable de caverna, de manitas apretadas en todos y un único sueño que despierta en la tibieza del amor y sus extremos,
estallo sobre los cimientos de un beso matinal que nos construye.