miércoles, 1 de julio de 2009

LOS MUERTOS.-

"Cuando los oídos encallaron ciegos:
el ojo donde miro tu mirar recogió la voz que era de nadie.
Por su sordera le crecieron manos, para palpar el aire de su sonido huérfano.
Tu coraje regó la carencia y asedió mi brisa en el limo del espanto.
Ahora,
la belleza es un silencio latiendo el rostro".

Versos pertenecientes al poema "LIMO", del libro de poemas,
Grieta de penumbra.-
Carlos Ruta.-

Una interrogante de frío y lujoso mármol ostentaba la escena,
las paredes pálidas, las puertas duras como una puerta,
pestañeaban
de una nada a otra nada sin cerrar sus ojos de madera oscura.
Entonces los muertos con sus ideas muertas, jugaban su mano de mala muerte.
Entonces la lluvia llovía con resignación de lluvia,
y la tarde caía, como suele caer la tarde,
y la noche era una hiena con humor de perro muerto de hambre, una excusa voraz.
La sombra, a la sombra de un lobo se jugaba su sombra, y una docena de cruces sobre un libro inmortal, agua maldita sobre palabras de fe verdadera, mutilaban su destino sincero.
Una ansiedad en do mayor regia la orquesta.
Entonces los muertos afinaban sus instrumentos muertos, y sonaban muertos y armónicos.
Y descarrilaba un río y en él se hundía un tren vacío. Un barco obstruía ventanas y no se salvaban ni mujeres ni niños, ni ventanas ni calles.
La escena era real.
Mas o menos somos todos resina de la misma tristeza, la sutil variación son los espejos, y el vidrio y el reflejo en el aire.
Y se oían pasos.
Se oían los filos del viento contra la carne, el viento en las manos ventosas con dedos desiertos.
Y el sol era una ausencia, una esperanza rota sobre la acera.
Y alguien venia y renunciaba a la risa.
Y todos se iban sin ir a ningún lado.
Entonces los muertos preguntaban la hora, y un reloj muerto ejecutaba sordas campanas de bronce.
Puntualidad que le dicen de brillo barato.
Y yo recogía tu nombre de la escena en oferta,
y te daba un color
quebrando voluntad y hastío,
y orientaba mis pasos hacia donde estoy a salvo de todo,
hacia mi adentro me iba con tu nombre sanando.
Y los muertos morían mientras me alejaba contigo.-

2 comentarios:

Dr. Flasche dijo...

¿y como muere un muerto? Sea como fuera, ahí estás tú dando color...

El Cochinillo exquisito. dijo...

Gracias doctor...