domingo, 26 de abril de 2009

ODA A UNA PIEDRA.-


Silencioso secreto del mundo,
inmóvil escarabajo de la paciencia,
¿que es lo que callas en tus esperas?
Eterna y breve.
Pronunciate.
Eres del camino, del mar y de la pena.
Yo te llevo en el nombre,
tu me cargas la historia.
Piedrita de la tristeza,
sapito gris sin canto, escondido entre las flores,
pronunciate en tu idioma,
en tu petrificado tiempo.
Tesoro de la niñez sin juguetes, proyectil de la verdad.
Pronunciate,
como cada día,
bajo el sol o la tormenta permaneces inmutable.
Eres del dolor, de la sombra, del desierto y la humedad.
Desde el fondo de las cosas lloras tus milagros,
tu intima herida, tu soledad hija de la luna,
herencia.
Tu corazón en pleno sueño, late,
tu interior, late,
tu piel sin la caricia de sus manos,
late.
Tanto ha visto tu memoria,
tanto recuerdan tus ojos hacia adentro,
oh piedra mía,
pronunciate
.
Permanece tu conmigo.
Permanezco yo contigo en la sentencia inclaudicable de este amor y semejanzas.

viernes, 24 de abril de 2009

QUIETA INQUIETUD Y SUGERENCIAS DE LA LUNA.-


Imagino una pequeña ciudad sobre una inmensa montaña, ajena a pretenciones de oro y cobre, impresa sobre una leyenda inmemorial de la tierra, testigo del exceso del mar y el absoluto gobierno del viento.
Corazones ganando pulseadas a la razon, las armas y la egoista generosidad de las riquezas; pequeños caminitos librando esperanzas entre quebrada y silencios.
No existe noche que de sombras.
La noche es la luz total.
En el candelero colonial de los tiempos arde una vela que reclama la luz de los hombres justos.
Sobre mis labios descansa su grito la voz firme de mis besos, los huesos esbeltos de tu elegancia inconfundible.
No dan garantías los relojes, como no las dan las mañanas ni los desvelos sobrevolando los sueños despiertos.
Hoy la muerte ejerce una indiferencia casi insultante, provocadoramente ajena a toda pretensión o demanda en sus oscuros quehaceres cotidianos.
Sobre la mesa un libro pregunta.
Hay algo infinito e indescifrablemente intimo precediendo el nacimiento de un poema.
La revolución experimentando el frío, en un cálido otoño de Abril en el sur de un pedazo de mapa.
¿Que me preguntan tus ojos curiosos?
¿Que bosque de carne esperan que conteste?
El amor sobre las manos exige algo mas decente que sobrevivir a los latidos.
Porciones de recuerdo se reparte el hambre, necesidades del pan de tu nombre, del vino de tu piel, religiosidades del credo carnal de los sentidos.
Hoy evalúo estrellas fugaces en el cielo, me predispongo a sus deseos.
Hoy ejecuto ansiedades y benditas botellas.
Hoy me manifiesto.
Hoy soy artesano que da forma a la distancia.
Hoy no hay formas del miedo,
pues te estoy queriendo.-

domingo, 19 de abril de 2009

APRENDIZAJE.-

"Insepulto y no muerto".

Del poema "Solida en lo fragil".

Sir Zambianchi, el condimentador.-

Bajo la tenue luz del Domingo que se cierra sobre la tarde inmovil, estudio propuestas osadas de la ventana, profundas melodias del silencio.
Esquivo con audacia el malestar de mi sombra y sus cansados huesos y me ausento.
Acude una mujer alquimista de la luz irremediable de las cosas, de la calidez de lo querido y cotidiano.
Es inminente, me voy de las sombras en su nombre perfumado,
en retirada presurosa de la fiebre del miedo, del escandaloso exceso de lo obvio,
agita su magia buena y dorada,
entre letras en vías de extinción, yerba y papeles.
Tengo su inicial entre mis manos.
Yo y otra vez yo
(entre religiosas excusas impuntuales).
Yo en la reconstrucción silenciosa, sin alardes ni reclamos, insisto en vivir y aprendo:
Nada y todo, una y otra vez.
Las ruinas del mundo solo conmueven en tiempo presente, así como la historica historia no se sabe ni joven ni vieja.
Cruce hace dos noches el río bravo, sus bravas aguas, su bravo amanecer a orillas de una mañana asesina, tan solo con una promesa entre los dientes, sin recompensa o norte que desoriente.
En generosa soledad junto los restos de viejos relojes desafinados y estrictos,
noches de guitarras olvidadas a deshora.
Soy incapaz de ficción.
Un mal aprendiz de repetidas realidades, soldado insurrecto, me rebelo en fantasía y me extravío sin plan alguno en las fronteras,
(sin banderas y enemigos).
¿Qiuen a logrado aprender a morir?
El duro aprendizaje de las momias,
aun no se resuelve la ecuación, ni desenlace que perdure.
( no es tarde amor para el amor, eso bien lo se).
Nunca es tarde.

martes, 14 de abril de 2009

VIGILIA EN MEDIO DE UNA CARTA.-


Carta número uno a la mujer del umbral y la vigilia.
Abril (casi Mayo) de 1648.

A minutos de emprender la noche, la noche mojada.-
(Otra vez no se si es un sueño, ó un sueño es).

Este frío medieval amenaza sin mas argumento que sus vicios de invierno.
Quisiera poder decir:
"aquí nevó anoche y yo me he puesto un polo abrigado y amarillo";
como tu muy bien lo escribes en una de tus hermosas y necesarias cartas.
Así, recordando a Julio.
(Es irremediable, te extraño tanto).
Leo, y releo y me sumerjo en esta cálida sensación:
extrañar puede ser una vieja foto de algunas de las formas de la felicidad, una postal incapaz de perversidad, incapaz de hallar goce en la angustia del otro.
Es recordar a sonrisa desnuda, con el alma con bufanda, con el corazón en pantuflas.
Un romance de estación, de estación sin trenes ni certezas, ni andenes, ni grises veredas, ni azules verdades.
Leo tus poemas y me aproximo a la felicidad de las palabras, me alejo lentamente de la infelicidad de los hombres.
Te debo tantas letritas, veintiocho para ser preciso, incluyendo cuatro de las cinco vocales.
Una montaña nevada, un sol y una rosa del jardín de las cosas.
Un único beso y todas mis mañanas.
Debo lo que le debo a mis sueños.
( dormir o verte despertar)

Dos caras siempre para un mismo espejo.
Un mismo espejo, se sostiene en el aire, se vuelve rostro, se perpetua en la pared.
Este malabarista en una esquina del corazon, esta sortija girando al azar.

(Ya bien sabes que los circos y las calesitas me dan tanta tristeza).

(Te extraño tanto).

Tanto es todo.
Todo te extraño, te tanto todo.
Te tanto te extraño te todo tanto.
Medioevo de mañana, comarca al sol de tus versos.
Y la mujer, y la amiga, y la furibunda compañera, y la poeta, se fueron todas contigo, solo frecuento a la que solo me visita,
( la de los sueños ).
En alguna comarca sin viñedos pero con vino, sin mar pero con marea, con sol pero sin abejas, sin abejas pero con miel.
Solo te escribo desde unos siglos atrás, para que guardes testimonio que espero encontrarte unos siglos mañana.
Solo te escribo porque solo te escribo.
Solo te escribo porque solo es lo que me gusta solo contigo solo con todos solo con sol.
Solo te escribo porque solo es un día mas en medio del tiempo en medio del medio de la distancia del todo.
Solo te escribo porque solo te escribo, porque ya sabes,
Te extraño tanto...

*carta inconclusa, alterada por las circunstancias del viaje y los olvidos circunstanciales.-

lunes, 6 de abril de 2009

ELLA A LA CARTA (Y VINO DE LA CASA).-


Me llama y yo la escucho,
a punto cardinal y todos los sentidos,
(suelta su parlamento, sin miedo, sin prejuicios).
Ella, hoy, es a la carta,
yo acudo sin cubiertos y Domingo,
con el saldo a favor de ciertas horas sin derrotas,
con silencios compartidos en silencio.
De mi, a sus antojos ella hace,
(lo que hace),
con sol o sin motivos que motiven su sentencia.
Mi vino sin su pan,
la soledad (nuestra) de cada día compartida;
un libro fabuloso al borde del llanto en medio de la mesa,
el frío ardor de aquellos vicios,
(fueron fuego intenso sobre la sal y el universo),
las cenizas que quedan y amenazan,
(como a las olas kamikazes a la orilla y las estrellas),
el alma y las respuestas sin preguntas que me acechan.
La realidad insiste siempre a pesar de todo miedo,
(como también insisten las tormentas, las mañanas o la muerte).
En medio de tu nombre grita la noche y la ciudad,
las sombras de un amor inmemorial prenden la luz,
yo cierro los ojos cuando ella lo sugiere...
(guitarra compañera, corazón latiendo en tu madera de lealtad).-

viernes, 3 de abril de 2009

AQUEL SUEÑO.-


Cuando a mitad de la noche insomne,
a la deriva de la negra inmensidad
(sin atenuantes),
proximos del alba y de su luz
(ajenos a todo paroxismo),
los astros en el cielo,
insurrectos,
(coral astral y nocturno, ciclope blanco)
se adueñan del mundo;
secretamente nos desnuda la certeza del dormir de una madre,
ó el de la mujer ausente (compañera),
en la cama que descansa
(nuestra sombra y los zapatos),
uno despierta a salvo de incertidumbres del cariño,
lejos del animal existencial y voraz de la ansiedad,
la verdad y los deseos,
de la trillada eficacia de la muerte.
Claramente se puede ver el sueño despierto de la infancia,
la sonrisa de los hijos que esperan el nombre y la caricia,
la revolucion y la justa y justicia,
la mesa para todos,
el vino de los días,
el derrubio sol de tu sonrisa.
Sobrevuelo el credo clandestino de tu nombre,
y se deshoja esta oración como el destino,
como busca la vida en los caminos de los años venideros,
la libertad,
(tus manos)
los sueños despertando de los sueños que soñamos despertando,
a orillas de aquel sueño
(juntos),
que soñamos que nos sueña.