martes, 13 de abril de 2010

SUSURROS.-

Como la lluvia y otra vez, un poema se precipita en la ventana, sin ensayo alguno, sin querer ser otra cosa que un poema, un poema, gotas de tinta invisible sobre el vidrio hecho papel, lluvia en la ventana.
Una melodía imperceptible desde el fondo de las cosas persiste; un hilo de canción borda retazos de silencio, y en la cadencia descarada de tu nombre, en el relieve de la noche, la copiosa expresión de este recuerdo susurra y anuncia sin remedios, una caricia madrugada adentro, melancolía a la deriva de todas las ventanas, en el medio del mar de las ausencias, la voz de una mujer innominada.-

viernes, 9 de abril de 2010

LOS CIMIENTOS DEL POEMA

Yo que vi a las gaviotas de gaviotas, en un cielo que no podia ser otra cosa que aquel cielo, (que vi con sus gaviotas), extraviado en el extravio de ver perplejo, tieso, un cielo con gaviotas, un tren a lo lejos persiguiendo el vuelo de los vientos, frases sueltas en el jardín de la poesia, campo adentro, brisa brava.
Y vi mas...
Vi una caravana de dragones hacia el mar, barcos en el puerto de mis sueños que zarpaban con presicion irregular como el pulso de las olas en el compas de la rompiente, al despetar; y vi conejos, vi camellos en la sed, flores de coral en el desierto del inmsonio de un recuerdo ojos abiertos.
Y vi todo, y vi mas...