martes, 14 de abril de 2009

VIGILIA EN MEDIO DE UNA CARTA.-


Carta número uno a la mujer del umbral y la vigilia.
Abril (casi Mayo) de 1648.

A minutos de emprender la noche, la noche mojada.-
(Otra vez no se si es un sueño, ó un sueño es).

Este frío medieval amenaza sin mas argumento que sus vicios de invierno.
Quisiera poder decir:
"aquí nevó anoche y yo me he puesto un polo abrigado y amarillo";
como tu muy bien lo escribes en una de tus hermosas y necesarias cartas.
Así, recordando a Julio.
(Es irremediable, te extraño tanto).
Leo, y releo y me sumerjo en esta cálida sensación:
extrañar puede ser una vieja foto de algunas de las formas de la felicidad, una postal incapaz de perversidad, incapaz de hallar goce en la angustia del otro.
Es recordar a sonrisa desnuda, con el alma con bufanda, con el corazón en pantuflas.
Un romance de estación, de estación sin trenes ni certezas, ni andenes, ni grises veredas, ni azules verdades.
Leo tus poemas y me aproximo a la felicidad de las palabras, me alejo lentamente de la infelicidad de los hombres.
Te debo tantas letritas, veintiocho para ser preciso, incluyendo cuatro de las cinco vocales.
Una montaña nevada, un sol y una rosa del jardín de las cosas.
Un único beso y todas mis mañanas.
Debo lo que le debo a mis sueños.
( dormir o verte despertar)

Dos caras siempre para un mismo espejo.
Un mismo espejo, se sostiene en el aire, se vuelve rostro, se perpetua en la pared.
Este malabarista en una esquina del corazon, esta sortija girando al azar.

(Ya bien sabes que los circos y las calesitas me dan tanta tristeza).

(Te extraño tanto).

Tanto es todo.
Todo te extraño, te tanto todo.
Te tanto te extraño te todo tanto.
Medioevo de mañana, comarca al sol de tus versos.
Y la mujer, y la amiga, y la furibunda compañera, y la poeta, se fueron todas contigo, solo frecuento a la que solo me visita,
( la de los sueños ).
En alguna comarca sin viñedos pero con vino, sin mar pero con marea, con sol pero sin abejas, sin abejas pero con miel.
Solo te escribo desde unos siglos atrás, para que guardes testimonio que espero encontrarte unos siglos mañana.
Solo te escribo porque solo te escribo.
Solo te escribo porque solo es lo que me gusta solo contigo solo con todos solo con sol.
Solo te escribo porque solo es un día mas en medio del tiempo en medio del medio de la distancia del todo.
Solo te escribo porque solo te escribo, porque ya sabes,
Te extraño tanto...

*carta inconclusa, alterada por las circunstancias del viaje y los olvidos circunstanciales.-

2 comentarios:

Juliana Fortini dijo...

Eso es... una sotija al azar. Le robaré está frase, compañero. La vida es eso, desde chicos en la calesita (triste como usted la describe) uno está con la mano extendida esperando agarrar esa sortija que tanto deseamos. Las vueltas siguen y siguen y muchas veces son otros los que tienen la suerte de sostener tan fuerte esa sortija que termina siendo suya.
Sigamos, amigo mio, dando vueltas con la mano extendida y con la mirada puesta ahí, en ese objeto/sujeto...

El Cochinillo exquisito. dijo...

como esa cancion de Luis !! Girando como un dunde !!

Gracias por las palabras, son como algo verdaderamente real aesta hora en la que no encuentro nada, literalmente.-
Cariños amiga roja y querida.
Me disgrego en la ciudad.
Exquisitos saludos mujer.