martes, 28 de julio de 2009

MEMENTO MORI.-

Entonces yo no se si fue en Tandil ó en Nueva York, ó en Lisboa para luego por Oviedo por sus calles intentarlo.
Aún yo no puedo saberlo.
No se, si vestido de blanco con (tambien) blanco sombrero, en un cansino caminar, por el rastro te perdia, languido sin pena, tampoco se si era Julio o un frío de Febrero, intuyo que Madrid si lo sabia.
Me preguntaba, como pregunta el silencio, por Plaza San Martín si esperarte en un esquina, buscando en los bolsillos autores sin renombre renombrados, pequeñeces, quizas un chocolate, un tango a contra viento susurrando Buenos Aires.
Por Ayacucho sin alcanzar el cine, es por estos días, una calle mas que nunca alcanza el cine, una calle menos; y Paraguay al ochocientos hace cumbre, y Juncal ¿y que otra calle?, o por Corrientes entre Cordoba y tu rastro de luces sonrie la ciudad; ya no distingo lo claro de lo oscuro si abro los ojos como se abre una puerta, una ventana.
Yo sospecho deberia de haber sido en un viejo bar de Praga.
¿Habra sido en Paris de boina y perfumada?, seguramente con un sutil detalle en el cabello, en un nasal frances en la mirada, oyendo con las manos, dejando señales por doquier en fragmentos, en ramilletes de cinco minutos, en horas continuadas de tarde y media lunas al sol de un fragíl invierno de tu mano.
Entonces yo no se.
No puedo saberlo.
No se si fue en La Plata la vez que nunca fuimos, ¿fue en Rosario rezando un Parana? fue mi en mi casa mirando alguna foto en una mesa de Domingo, (fue la luz de la luna en la ventana en pleno día), y tomando el te mi madre, llegando los amigos, mi hermano, el fuego, el vino como un río de ternura beso arriba; ¿quien estaba? ¿era carnaval?, sentian las guitarras palomas en las manos eso si recuerdo.
¿Es así que sucedio?
Ya no se, pero culpo a esta tristeza inesperada que ya mismo despido sin pañuelos ni bandadas de violines eslavos.
Ya no se donde yo (no) te olvide, no hay forma de saberlo.
No puedo recordalo.

9 comentarios:

ella dijo...

cada vez escribis mas lindo,
cada vez mas.


beso

MQDLV dijo...

ay dios. qué tristeza cuando uno sabe que perdió eso que sentía, y que aunque busque y busque no queda otra que duelar. saludos, cochinillo

Celeste dijo...

Creo que más triste es cuando no perdemos lo que sentimos, y somos constantemente insoportablemente concientes de que cualquier segundo puede ser el último.

"Recuerda que morirás" (aunque duela eternamente)

(P.D.: Me sacaste el título de la cabeza, por suerte no la entrada entera.)

Andrea dijo...

Precioso éste.

Y estoy con Almendra, es horrible ese miedo a dejar de sentir, más que el hecho de hacerlo.

Un saludo.

Sofi dijo...

Como si supieramos, Almendra...

ADRIANA BURT dijo...

Y REPITIENDO TU NOMBRE,POR UNA CALLE BLANCA,SE ME IRÁN LOS RECUERDOS...EN PUNTITAS DE PIE...

TE SALUDO COCHINILLO !

karinaloca dijo...

muy lindo, un placer leerlo!! creo que ese momento es crucial: quiero olvidar, pero no, pero sí, no sé, ya me olvidé o todavía no...?

Hermes dijo...

Un hecho vivido y otro inventado saben muy distinto al paladar presente. Pero al recordarlos, la dirección es inversa: es el recuerdo quién le dice al paladar qué sabor. Y en el cielo , los recuerdos se mezclan, mutan y reinventan casi capirochisamente.

Es un lujo cuando compartís los tuyos.

juanaroggero dijo...

Casi como si supiera...

Me encantó.