A Julián.
A su felicidad, que siempre sera la mía.
Me quiero reír sin jactancia alguna, del olvido y de la gripe, con todos los dientes en primer plano. Reírme con desenfreno de todos los temores, de ese terrible, "que me olvides", que ni siquiera sepas que soy, que algún día me voy a morir y nunca, en fin, se muy bien a donde voy. Así que, quien sabe, si nos encontraremos allí, en ese único y múltiple lugar que suele ser la muerte.
Me quiero reír sobre el oscuro umbral de los miedos, bajo la luz de la vida. Me quiero reír a risa plena, del invierno que viene, del invierno que se va, del devenir constante del universo y de la sórdida mueca de los años duros.
Reírme, si, así, casi sin esfuerzo. Se paso el arroz, nunca alcanza el queso, y?
Reírme, así, como el estúpido que desconoce su felicidad, esa, la de estar vivo joder. No esbozar una sonrisa anémica. Un sonrisa plural y vigorosa. Contundente.
Sustanciosa.
Reírme y reírme y abrirme en un estallido como una carcajda feroz, como el rugido de un león en la estepa. Parir como en un parto de antigüedad esta felicidad que se me anida en el vientre.
Reírme, porque no tengo mucho mas que mi risa, y no me la pienso guardar, porque nunca supe guardar mucho nada. Ni secretos, ni pan para mañana ni fantasmas de ayer. Siempre dejo todo sobre la mesa, el vino las llaves y el cristo sin catedral que me ampara.
Reírme y capturar ese instante. Poseerlo. Dejarlo en libertad, todo en un mismo y único movimiento. Reírme de los dramas, llorar a moco tendido con las comedias. Embriagarme de sueños. Incendiar con un fuego purificador los leños del desengaño y bailar una loca danza con los indios de mi tierra.
Reírme en el viento, en el mar, en el sol, en el patiecito de la vida, bajo la parra de la casa de mi vieja.
Mira si pudiera escribir la felicidad !? Si pudiera escribir un beso !?
Sentir y estar conciente que hay palabras, nombres, que inevitablemente provocan un suspiro e inmediatamente una sonrisa.
Hoy practico una sana, genuina, sincera alegría.
Sera la esperanza ? Este sol de otoño ? Tu visita en el descanso de mi alma de siesta ?
No lo sé. O si lo sé, me rió de saberlo y no.
Sera Neruda descansando en alguno de los sillones del living ?
Cortazar fumando su cigarro apagado en la ventana ?
Serán tus ojos ? Mis pasos siguiendo su brillo ?
Hoy luna feliz sobre los techos. Hoy cielo todo para mi.
Riendo ando. Viviendo vivo. Si de morir se trata, hoy no cuenten conmigo.
Costilla y vertebra. Coyuntura muscular. Expresión. Poema de Whitman.
Vértice inconcreto. Matemática inexacta. Hamaca en la primavera. Bote a babor de la dicha. Montaña. Suma de los buenos años. Verano boreal. América toda. Música y silencio. Paz y salud.
Riendo ando.
Yo nunca se donde voy...
Pero la risa marca el compás.
"Hablare con el jardín, hablare con el se que se fue, todos quieren mi montaña"
La montaña.
Luis Alberto Spinetta.
A su felicidad, que siempre sera la mía.
Me quiero reír sin jactancia alguna, del olvido y de la gripe, con todos los dientes en primer plano. Reírme con desenfreno de todos los temores, de ese terrible, "que me olvides", que ni siquiera sepas que soy, que algún día me voy a morir y nunca, en fin, se muy bien a donde voy. Así que, quien sabe, si nos encontraremos allí, en ese único y múltiple lugar que suele ser la muerte.
Me quiero reír sobre el oscuro umbral de los miedos, bajo la luz de la vida. Me quiero reír a risa plena, del invierno que viene, del invierno que se va, del devenir constante del universo y de la sórdida mueca de los años duros.
Reírme, si, así, casi sin esfuerzo. Se paso el arroz, nunca alcanza el queso, y?
Reírme, así, como el estúpido que desconoce su felicidad, esa, la de estar vivo joder. No esbozar una sonrisa anémica. Un sonrisa plural y vigorosa. Contundente.
Sustanciosa.
Reírme y reírme y abrirme en un estallido como una carcajda feroz, como el rugido de un león en la estepa. Parir como en un parto de antigüedad esta felicidad que se me anida en el vientre.
Reírme, porque no tengo mucho mas que mi risa, y no me la pienso guardar, porque nunca supe guardar mucho nada. Ni secretos, ni pan para mañana ni fantasmas de ayer. Siempre dejo todo sobre la mesa, el vino las llaves y el cristo sin catedral que me ampara.
Reírme y capturar ese instante. Poseerlo. Dejarlo en libertad, todo en un mismo y único movimiento. Reírme de los dramas, llorar a moco tendido con las comedias. Embriagarme de sueños. Incendiar con un fuego purificador los leños del desengaño y bailar una loca danza con los indios de mi tierra.
Reírme en el viento, en el mar, en el sol, en el patiecito de la vida, bajo la parra de la casa de mi vieja.
Mira si pudiera escribir la felicidad !? Si pudiera escribir un beso !?
Sentir y estar conciente que hay palabras, nombres, que inevitablemente provocan un suspiro e inmediatamente una sonrisa.
Hoy practico una sana, genuina, sincera alegría.
Sera la esperanza ? Este sol de otoño ? Tu visita en el descanso de mi alma de siesta ?
No lo sé. O si lo sé, me rió de saberlo y no.
Sera Neruda descansando en alguno de los sillones del living ?
Cortazar fumando su cigarro apagado en la ventana ?
Serán tus ojos ? Mis pasos siguiendo su brillo ?
Hoy luna feliz sobre los techos. Hoy cielo todo para mi.
Riendo ando. Viviendo vivo. Si de morir se trata, hoy no cuenten conmigo.
Costilla y vertebra. Coyuntura muscular. Expresión. Poema de Whitman.
Vértice inconcreto. Matemática inexacta. Hamaca en la primavera. Bote a babor de la dicha. Montaña. Suma de los buenos años. Verano boreal. América toda. Música y silencio. Paz y salud.
Riendo ando.
Yo nunca se donde voy...
Pero la risa marca el compás.
"Hablare con el jardín, hablare con el se que se fue, todos quieren mi montaña"
La montaña.
Luis Alberto Spinetta.
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