Solo necesitas un poco de tiempo para emprender el vuelo.
Menester ventanas, amplias ventanas para escuchar, para sentir a Luis, la inconfundible presencia de su música.
Espejos prepotentes de olvidos anunciados. Cartel luminoso de una noche apagada. Memoria, hielo en la luna, miel en el sol y la pua bailando su perpetua danza sobre un caracol. Botellas al mar y vasos al suelo. Un ultimo beso a los labios del sueño.
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