jueves, 8 de enero de 2009

¿¡ DIOS MIO MADRE QUE HAS HECHO !?.


En el día de la fecha, a cinco horas del desgraciado e involuntario suceso.

Lincoln, Enero 8 de la Centuria XXI.

No narrare con fidelidad lo sucedido, mas bien consternado y conmovido, omitiendo dolorosos detalles, y evadiendo la cruda ausencia que me has dejado, reticente a los sucesos, vacio absoluto en el pedeacito de realidad junto al manchón de humedad donde pululaba, allí, sola y tranquila, sabia, benigna, confidente amiga. Compañera de largas lecturas en silencio, de aislados pero criteriosos comentarios sobre cine, (francés últimamente), y de todos los desamores sobre el único corazón.
Justiciera de resacas, aristócrata en mis vicios, señora de guante blanco, silente, reservada, dueña de una elegancia única, construida a través de digerir estilos hasta formar su inconfundible y propia estampa. La podría reconocer a kilómetros de distancia, entre sus colegas, o sus amantes.
Mujer negra.
Mujer abnegada en sus tareas.
Estrella octogonal en el blanco cielo de mi baño.
FRANCHESCA HAS MUERTO, mientras dormías etérea en tus sedas,
¿¡ Dios mio madre que has hecho !?
Has hablado en tu defensa y yo muchisimo antes ya te había perdonado, lo que no perdono es el hielo en el aire de la muerte, el desden de las horas en la traición de la parca.
Madre mía a ti te perdonamos tranquilamente, el encono es con los desatinos, con el injusto silencio que nos ha quedado. Con la coartada que nos tendieron.
Franchesca, me has dejado una canción póstuma repleta de vida a tu memoria.
Respingado me revelo a los sucesos.
¿ Que retahílas arrastran las muertes ?
Sin responso ni flores hoy te lloro, guapa, piedrita negra de los milagros.
Gitana eras, rítmica de los siglos, castañuela solitaria, castaña de las gentilezas.
Dueña de la fiebre y los vapores, provocadora hecha de soledad, arquitecta eximía, costurera de mi nombre, sanadora dueña de la verdad y de la dulzura inalcanzable, observadora, dama negra de alma blanca.
Hoy te lloro, y te lloramos.
Extiendo las manos, murmuro tu nombre, reviso los secretos que has guardado y te llevaste, una lluvia te coteja en esta tarde, en que tu nombre, Franchesca, florece entre mis cosas e ilumina.

PD: Tambien sonrisa en honor a tu memoria.

3 comentarios:

Iván. dijo...

Prendo unas velitas, y donde quedo su telita envio mis plegarias.
Se fue con la lluvia, pero volvera con el sol.

BESOS, Mamá.

Barbazul. dijo...

Mi mas sentido pesame querido y herido amigo, el tiempo sabra curar las heridas, tiempo te sobrara para ver hacia ese rincon y nostalgiar, me preocupa tu rumbo ahora sin tu confidente.
Saludos eternos, disfrute mucho la velada pasada, que se repita infinitamente como siempre digo, sigo aqui, siempre a tu lado amigo.

El Cochinillo exquisito. dijo...

PERON MIREN Q DOS VISITAS MAS EXQUISITAS !!

INFINITOS CARIÑOS !!