Desde un puerto empedrado.
(Comarca de mares lejanos)
Casi antes de partir:
Y habrá que volver a salir a la ruta, a la luna, al sol, a las mañanas.
Habrá que volver sereno a lugares que no cambian de lugar, pero que hace mucho tiempo ya, son otros lugares.
Habrá que encender otros fuegos con la misma leña, leña del dolor (la que arde mejor), y calentar el lecho a puro corazón no mas, con troncos que estallen como latidos en llamas.
Habrá que lavar la ropa y cocinar el mismo menú sin siquiera retroceder un diente la sonrisa.
Habrá que gritar tu nombre tres veces antes de negarte.
Habrá que amanecer otras tantas sin saber que negar ni cuantas veces.
Habrá que desordenar alfabetos para no encontrar las letras que forman tu nombre, resucitar lenguas muertas (para poderlas morder), condimentar cada palabra antes de hornearla o freírla.
Habrá que haber sabido habitar lo que habito en su descuido de olvido la memoria.
Y repetir y repetir lo que nos sale mejor.
Repetir.
Teoría.
" Para saber si el tronco es hueco, entierra tu hacha con ganas "
Practica.
El corazón nunca reconoce los motivos del crimen.
Jamas.
Quien acepta es el alma.
Siempre.
Tiene resignacion femenina. O de seguro muchísimo mas tiempo que el tiempo.
Por eso quien se detiene sediento a beber,
quien moja sus pies descalzos,
quien mira por mirar y sin querer se sorprende,
en su reflejo clarito, y se mira azorado, por verse transparente del otro lado de algo, intuye que a pesar de todo hay que seguir adelante.
Y cantar y bailar y mirar adelante.
En el tablado del pecho un alma cantora entona flamenco, sevillanas y versos y en su cajón de madera retumba soberbia.
Galopa el deseo, en caballo ancestral,
Duerme solo en noches que puedas soñar.
Y bebe en su copa de frágil cristal.
Azúcar del rió, del mar la verdad, de cada estrellita un poco de paz, coros de sirenas que no tienen mas, que el canto que cantan sin querer cantar.
Así lentamente habrá que partir ...
Muchísimo antes de saber que es mañana.
(Comarca de mares lejanos)
Casi antes de partir:
Y habrá que volver a salir a la ruta, a la luna, al sol, a las mañanas.
Habrá que volver sereno a lugares que no cambian de lugar, pero que hace mucho tiempo ya, son otros lugares.
Habrá que encender otros fuegos con la misma leña, leña del dolor (la que arde mejor), y calentar el lecho a puro corazón no mas, con troncos que estallen como latidos en llamas.
Habrá que lavar la ropa y cocinar el mismo menú sin siquiera retroceder un diente la sonrisa.
Habrá que gritar tu nombre tres veces antes de negarte.
Habrá que amanecer otras tantas sin saber que negar ni cuantas veces.
Habrá que desordenar alfabetos para no encontrar las letras que forman tu nombre, resucitar lenguas muertas (para poderlas morder), condimentar cada palabra antes de hornearla o freírla.
Habrá que haber sabido habitar lo que habito en su descuido de olvido la memoria.
Y repetir y repetir lo que nos sale mejor.
Repetir.
Teoría.
" Para saber si el tronco es hueco, entierra tu hacha con ganas "
Practica.
El corazón nunca reconoce los motivos del crimen.
Jamas.
Quien acepta es el alma.
Siempre.
Tiene resignacion femenina. O de seguro muchísimo mas tiempo que el tiempo.
Por eso quien se detiene sediento a beber,
quien moja sus pies descalzos,
quien mira por mirar y sin querer se sorprende,
en su reflejo clarito, y se mira azorado, por verse transparente del otro lado de algo, intuye que a pesar de todo hay que seguir adelante.
Y cantar y bailar y mirar adelante.
En el tablado del pecho un alma cantora entona flamenco, sevillanas y versos y en su cajón de madera retumba soberbia.
Galopa el deseo, en caballo ancestral,
Duerme solo en noches que puedas soñar.
Y bebe en su copa de frágil cristal.
Azúcar del rió, del mar la verdad, de cada estrellita un poco de paz, coros de sirenas que no tienen mas, que el canto que cantan sin querer cantar.
Así lentamente habrá que partir ...
Muchísimo antes de saber que es mañana.