lunes, 22 de septiembre de 2008

CAMINANDO.


CAMINANDO.

“Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui, haya Dios que será divino, yo me muero como viví, yo me muero como viví”
Silvio Rodríguez.

Soy como el viento, no me puedo detener,
Por la vereda del tiempo, que no para de correr,
Que no para de correr…

Voy caminando, cangrejo de ciudad,
Roto reloj de arena que se perdió en el mar,
Que se perdió en tu mar…

Voy caminando ya no me puedo perder,
En laberintos rectos que buscan el edén,
En labios de una mujer…

Y en el camino, Silvio me advertirá,
De peligrosas sillas que invitan a parar,
Yo solo se caminar…

Pero yo sigo, sabré donde amanecer,
Bebiendome la luna, esperando tu tren,
Nunca en el mismo andén…

Y ya distante, ya muy lejos de aquí,
Almas errantes, se acordaran de mi,
Se olvidaran de mi…

Y en el recuerdo, camino en soledad,
Lleno de nada, recuerdos para olvidar,
Olvidos para recordar…

Sol compañero, dime, donde me debo quemar,
Diáfano cielo, que me invita a volar, y solo sé caminar,
Y solo se caminar…

Y en lo que duele, siempre estarás allí,
Y en mi mirada, hacia el cenit…
Hacia el cenit…

Habré de enumerar los pasos que nos alejan y los caminos que recorrere para volver a verte, ciego y un poco loco, loco y un poco humano.
Bajare despacio la empinada cuesta del olvido.
Bendice mis pasos santa mujer, y recogeme del hastió y el desden.
Enseñame la oración.
La oración del verso mas lindo del mas lindo poema.
Desando la pena y sereno voy hacia mañana. Con un poco de ayer atravesandome un hoy en la garganta, un instante ínfimo en el corazón.
Habré de interrumpir la sed, solo cuando la sed me lo permita.
Del dolor hacia el placer de que ya no duela mas, del placer al dolor preso en su nombre.
Hombre sobre sus pasos, camina.
Mueve el espiruto y envejece las botas.
Camina, y arde en la llama total de vivir la vida.
Enciende tus pasos sobre el hielo de los años, bajo el indolente sol y la pálida luna.
Hombre sobre sus pasos, camina.

La belleza, de quien con su mano, nos representa el mundo.
Walter Ignacio, a él pertenece el dibujo, las letras, a quien lo nombra.

2 comentarios:

Chara dijo...

caminar a la vera del mar, es como caminar al costado de la existencia, asi de grande, asi de pequeños

saludos

El Cochinillo exquisito. dijo...

Gracias Juan siempre por tus reflexiones.

Exquisitos saludos.