TRISTE DIOS.
Con simbólico gorro nuevo,
el samaritano, el paradigmático,
luz sin piel, el titular lumbre,
viene a remover mi bóveda craneal, mi frío sorna.
El Mister Dios con su inasible
herramienta flor intenta reavivarme,
el mil veces muerto corazón a petalazos.
Soy muerto verdadero, señor blanco.
Y pelo el bombo helado, finiquitado en la mismísima barra.
Lo envuelve con la túnica suntuosa el magistral dios,
entiende que hasta para él hay muertes irreversibles.
Después del hecho me siento aun más frío.
Y él no tan divino.
Le pido perdón.
Él me confiesa.
Santiago Zambianchi.
El Condimentador.
" Apenas por venir.
Ni siquiera volver un poco: estaré de ida siempre. De ida miro, de ida caigo. "
Francisco " Paco " Urondo.
Te cargo a Paco en tu cuenta, me sirvo en todos los vasos, y copio de Dios la virtud de no estar casi en ningún lado.
Te leo y me juego los ojos en cada verso, me vuelo las cejas.
No hay sed que no venga por mas y no hay mas que darle batalla.
No retrocedo un pulso. No retrocedo ni un diente ni un beso, ni la nariz ni los dedos.
Bíblico, me negaras tres veces antes que amanezca, y tres veces más yo subiré por los olivos.
La tarde me narra, y yo en ella me escribo. Me dicto en las horas, y oración de las cosas sin nombre me vuelvo, me deshago en palabras imprudentes y me entrego a las letras.
No te han dejado más que ser honesto, y algunos creen que no te han dejado nada, algunos creen que son necesarios para que podamos seguir creyendo que aún nos queda todo.
Ríes loco sobre la loca noche sin locos.
Ven con tu pluma, por el infierno hay veredas y en blanco y negro las hojas caen de los árboles.
Ven, que nos vamos.
Ven con tu pluma, que por aquí nos sobran pájaros y yo batire mis alas de aire.
Ven, que tormentas esperan la ebullición de la lluvia. Tomemos la forma de no tener forma.
Raíz, cielo, flor de los días en el jardín de la noche, sol en el sol, ventana en la luna, azul en las venas rojo en el corazón, plenitud, dolor real, llanto puerta ramo luz, viento esquina mar perdón, espiritualidad, ven que voy, vamos ven, suelo mármol blanco sal, verde espanto verde sed, transfigurame.
Vamos ven, estalla de una vez.
Fuego y tierra, leño de la tinta crepitando el alma antes de nacer una y otra vez.
En el año blanco, sentencia sobre los hombros, Dios nos salve de un Dios triste...
A pura risa saldremos de aquí.
Vamos ven, vamos que nos vamos con la flor y las espinas.
Con simbólico gorro nuevo,
el samaritano, el paradigmático,
luz sin piel, el titular lumbre,
viene a remover mi bóveda craneal, mi frío sorna.
El Mister Dios con su inasible
herramienta flor intenta reavivarme,
el mil veces muerto corazón a petalazos.
Soy muerto verdadero, señor blanco.
Y pelo el bombo helado, finiquitado en la mismísima barra.
Lo envuelve con la túnica suntuosa el magistral dios,
entiende que hasta para él hay muertes irreversibles.
Después del hecho me siento aun más frío.
Y él no tan divino.
Le pido perdón.
Él me confiesa.
Santiago Zambianchi.
El Condimentador.
" Apenas por venir.
Ni siquiera volver un poco: estaré de ida siempre. De ida miro, de ida caigo. "
Francisco " Paco " Urondo.
Te cargo a Paco en tu cuenta, me sirvo en todos los vasos, y copio de Dios la virtud de no estar casi en ningún lado.
Te leo y me juego los ojos en cada verso, me vuelo las cejas.
No hay sed que no venga por mas y no hay mas que darle batalla.
No retrocedo un pulso. No retrocedo ni un diente ni un beso, ni la nariz ni los dedos.
Bíblico, me negaras tres veces antes que amanezca, y tres veces más yo subiré por los olivos.
La tarde me narra, y yo en ella me escribo. Me dicto en las horas, y oración de las cosas sin nombre me vuelvo, me deshago en palabras imprudentes y me entrego a las letras.
No te han dejado más que ser honesto, y algunos creen que no te han dejado nada, algunos creen que son necesarios para que podamos seguir creyendo que aún nos queda todo.
Ríes loco sobre la loca noche sin locos.
Ven con tu pluma, por el infierno hay veredas y en blanco y negro las hojas caen de los árboles.
Ven, que nos vamos.
Ven con tu pluma, que por aquí nos sobran pájaros y yo batire mis alas de aire.
Ven, que tormentas esperan la ebullición de la lluvia. Tomemos la forma de no tener forma.
Raíz, cielo, flor de los días en el jardín de la noche, sol en el sol, ventana en la luna, azul en las venas rojo en el corazón, plenitud, dolor real, llanto puerta ramo luz, viento esquina mar perdón, espiritualidad, ven que voy, vamos ven, suelo mármol blanco sal, verde espanto verde sed, transfigurame.
Vamos ven, estalla de una vez.
Fuego y tierra, leño de la tinta crepitando el alma antes de nacer una y otra vez.
En el año blanco, sentencia sobre los hombros, Dios nos salve de un Dios triste...
A pura risa saldremos de aquí.
Vamos ven, vamos que nos vamos con la flor y las espinas.
1 comentario:
Vamos ven, vamos vamos compañero...
Sentidos y Exquisitos saludos.
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