El yo-yo en guitarra y algo más
Él, en uno.
Nato.
Neto su narcisismo.
Hasta la altura exacta,
de un yo cósmico.
Él es el no-otro en sí mismo,
El multirazón aconsejante,
omiso de su obliterismo pleno,
de su oído que no mira.
Él en el medio de Sí,
no viendo lo sano del aroma ajeno.
Ahogándose en su propio aire.
En la noche sólo se escucha su voz
Ciega
Y las cuerdas mudas de su
Guitarra.
La abalanzada alabanza
Quieta
Inconfundible
Invariable
Intensa en lo frío
Como si al centro
De lo desnudo
Le
Diera
Todo
El sol
A la inversa.
Él, en uno.
Nato.
Neto su narcisismo.
Hasta la altura exacta,
de un yo cósmico.
Él es el no-otro en sí mismo,
El multirazón aconsejante,
omiso de su obliterismo pleno,
de su oído que no mira.
Él en el medio de Sí,
no viendo lo sano del aroma ajeno.
Ahogándose en su propio aire.
En la noche sólo se escucha su voz
Ciega
Y las cuerdas mudas de su
Guitarra.
La abalanzada alabanza
Quieta
Inconfundible
Invariable
Intensa en lo frío
Como si al centro
De lo desnudo
Le
Diera
Todo
El sol
A la inversa.
Claro, oscuro y claro e invisible, inasible una vez mas, repleto de cocaína hasta los poros te olvido y me prenso los dientes sobre el filo y la mañana, claro ahí esta tu poema inmenso, tu poema puñal que nunca empuño instrumento, pero sabe de los vicios, los acordes y las llagas de la piel, las cuerdas y el instante que ejecuta las preguntas.
Música, estas denunciando música, hombre y verdad.
En la mañana yo ya me estoy desintegrando, muy a pesar de los esfuerzos de la luna, de cara al sol me guardo los gritos, me callo los abrazos, me vuelvo vertebrado, busco horizontales horizontes donde descansar la incansable inalcanzable ansiedad de los sin sueño, soñadores, ovejas y pastores asesino sin querer dormir y repetirme.
Ejecuto los olvidos.
Esquivo soy de la obviedad que has obviado por modales y frecuencias.
Deja que yo ya me estoy yendo, en el reverso y en el dorso de tu espanto, canto quieto de los vientos y las excusas.
Dejame caer queriendo, que si quiero me levanto.
Dejame mujer, que en la mañana ya soy hoy, ya soy causa de vivir, ya soy tiempo y devenir.
Yo yo guitarra, me vuelvo.
*Poema correspondiente a la prolífica y filosa pluma de Santiago Zambianchi, "El condimentador", las palabras de mas, por supuesto de quien escribe y se despeina, por debajo del poema, encima de la mañana.
Música, estas denunciando música, hombre y verdad.
En la mañana yo ya me estoy desintegrando, muy a pesar de los esfuerzos de la luna, de cara al sol me guardo los gritos, me callo los abrazos, me vuelvo vertebrado, busco horizontales horizontes donde descansar la incansable inalcanzable ansiedad de los sin sueño, soñadores, ovejas y pastores asesino sin querer dormir y repetirme.
Ejecuto los olvidos.
Esquivo soy de la obviedad que has obviado por modales y frecuencias.
Deja que yo ya me estoy yendo, en el reverso y en el dorso de tu espanto, canto quieto de los vientos y las excusas.
Dejame caer queriendo, que si quiero me levanto.
Dejame mujer, que en la mañana ya soy hoy, ya soy causa de vivir, ya soy tiempo y devenir.
Yo yo guitarra, me vuelvo.
*Poema correspondiente a la prolífica y filosa pluma de Santiago Zambianchi, "El condimentador", las palabras de mas, por supuesto de quien escribe y se despeina, por debajo del poema, encima de la mañana.
2 comentarios:
gracias por sus queridas palabras, exquisito poeta, y no se preocupe por sus olvidos, yo lo quiero a pesar de su amnesia
Uno debe exigir detalles hasta en los mismisimos olvidos, asi son los berretines de la noche, pero la amistad no se mancha, solo se percude.
Exquisitos saludos.
Espero verlo en los carnavales.
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