domingo, 16 de noviembre de 2008

REVOLVER.


En el lejano Oeste, al Sur de algún hermoso lugar.


REVOLVER.

Elegante en su cintura descanso como un revolver,
cromado en mi estructura cobro sentido en sus manos,
estoy,
en definitiva,
hecho para ti,
mujer armada de mi, desarma al enemigo,
muestra tu forma justiciera,
tus besos balas de plata de labios de plomo,
no han matado,
pero herido,
maltrecho cae el olvido.
Recuerdo blanco obvio.
Botella tiro al blanco.
Soy el revolver descansando en su almohada.
Corazón de tambor,
loca ruleta rusa, blanco fácil,
certero calibre,
distancia en perspectiva.
Mujer armada de mi,
cuando me lleves a tu boca,
o a tu cabeza universal y celeste,
comprenderas al fin,
que yo no tengo balas para ti,
solo soy el gatillo en tus dedos,
eso que elegís para matar,
y no me muero ni te mato,
soy la opción,
soy al fin de cuentas,
y en resumidas formas,
el plateado revolver que no dispara.

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