viernes, 18 de diciembre de 2009

ESPECTRO ESPEJO.-

Con intenciones de poeta inolvidable, berretines pasajeros, inclusive algún detalle de sombrero y de charol haciendo juego, con la sombra acompasada de bastón que marca el ritmo contra el suelo, yo entonaba la canción hecha de acordes de desvelo que te duermen con olvido de sonoronos y lejanos silencios, amanecer, después el sueño de los nuestros para nadie.
Todos duermen.
Así me voy de la noche y sus misterios, por la sombra que no existe, por la voz que pronuncia el consuelo de los muertos (los mios y todos los demas),
la inquietud, la finitud de los relojes, tiempo de piedra en la verdad, rio de fuego en la corriente de los días apagados que mueren en la siesta de la carne de la tarde.
Espectro espejo.
Donde se mira mi fantasma, en que lugar cuelga su espejo.-

miércoles, 16 de diciembre de 2009

INCENDIO CONTROLADO.-

A José Germán Tomatis, hermano por parte de tarde y discos viejos.

No voy a confesar, por respeto a los adultos que me leen, y a los ciegos que me miran (inclusive en los espejos) lo que a toda negativa de tu parte yo me meto, ya sean balas de alquitrán, platos de rejas sin preso, blancas formas del coontorno que no existe de cristal vidrio exclusivo, para cenas sin cenar, para olvidos con olvidos.
No diré, para contradecirte que la canción reclama tres acordes, un blues un rock and roll una sana ilusa melodía, bombo bomba estallando a tiempo y cuero piel a flor de nuestras bienvenidas, ventanas en la infancia marco subversivo de madera entre paredes en forma de fronteras de la patria aventurera de la curisidad, esquinas con abismos, bicicletas de pedales de rosas sin cadenas, crimen sin asesinos con sentencia de madre y penitencia.
A ti no te diré ni a la mujer que llama y habla con voz en tono inolvidable, que me hacen tanta falta, en el silencio, en la rutina repetida de ignorar, en las fotos, en las esquinas, en la cruda solitaria condena de todas las mentiras que me mienten, que me ofenden, me lastiman, teatralizando impunemente en su disfraz de antifaz y bambalinas, el parlamento que ejecuta la verdad sin guión ni suerte, sobre un escenario de años y preguntas sin respuestas por ajenos tristes grises respondidas con soberbia de los que dudan nunca.
Provoco con canciones un incendio controlado en mi afan de liberar el fuego que nos rige en el calor del corazón que enciende en la memoria y justificación de lo que ardemos, para con calor y luz resistir las heladas de todo invierno, irremediables, dar señales en medio de inclemencias que no saben veranos.
Arde ruso, a pura leña de cariño yo te quiero.
Que suene tu destino, allí estoy con la guitarra haciendo viento, avivando nuestra vida, a la hoguera lo que queme y nos encienda...

martes, 15 de diciembre de 2009

PROLIJO ENCONO.-

Cuando la hoja en blanco es una ruta interminable atravesando el mapa de lo propio, en medio de la noche necesaria un blanco silencio brilla frío,
un desierto inconcebible de paciencia hecha de arena piedra y sal extravía palabras hormigas, oculta amores montaña tras cactus con espinas,
siempre a orillas de camino o esperanzas sol al norte;
quien escribe o el poema que se anuncia bajo el cielo que lo cubre de intemperie,
precipita.
(Estos y aquellos, y ella total sobre su nombre), se acercan y se alejan de donde nunca han partido, pero viento de su lado y a favor, para los buenos,
así deduce el corazón sin fijar su vista errante, su proa y todo el mar, y la verdad se hace horizonte.
Un encono prolijo lo celebra,
enojo combustible para permanecer vivos.

martes, 8 de diciembre de 2009

EXPECTATIVA 29

Para que palabras mías si no son ni han sido de mi tiempo todavía; de nadie nada nunca letras sobre la mesa, la celada canalla de amores jamas correspondidos, el dedo en el gatillo de un revolver con una sola bala para él y para todos, la puerta y las ventanas ya cerradas, fría la noche, es ya casi verano.
Al pie de un mausoleo erguido en medio de una plaza (que todos saben donde), en un congreso del absurdo se desploma una canción, cae en silencio y se marcha en el silbido de un poeta cayendo hacia sus adentros (para siempre);
se va, me voy, nos vamos, ella ya no vuelve tampoco de donde nunca ha ido ni jamas regresara;
él ya nos ha dejado.
En nombre del amor:
Te convoco; no me traigas soledad quizás imploro; aún no puedo con la tarde sin su voz.
Os no os dejeis solo...

viernes, 4 de diciembre de 2009

TEXTOS LARGOS Y ABURRIDOS.-

A Edgardo (Andrés Cachi) Carignano, y al Manu; como culebras, sin ceder un metro de alegría.
Aquí vamos:

La poesía, un poema en soledad sin destino de mujer, un puñado de letras olvidables de los que siguen dando lucha, los reveses hostiles de la voz, la palabra y aledaños, todo, todo pero todo yo busco entre las parvas de las horas que crecen entre las piedras, el humo, la ansiedad, las cruces de la culpa y en la fe limpia del cielo.
Las paredes como los soldados solo cumplen su destino de pared, como de hombre armado y uniforme el antes no tan ocasionalmente mencionado (caprichos de la prosa), sin siquiera sospechar o preguntarse porque mierda es que lo cumplen lo que cumplen oxidando juramentos; les dirán nacionalistas, soñadores los mas provocadores elitistas, que mas da, es lo mismo: son paredes.
son soldados.
A diestra o siniestra del cinismo.
Y el amigo sin trabajo.
Y los trabajos sin amigos.
Y la sonrisas insondables de todos nuestros hijos,
me pregunto?
Me pregunto no se bien yo por estos días que pregunto...
La nariz protesta y sangra, la boca junta sarro y se rebelan las encías,
la guitarra no admite la mentira y ahí volvemos con el sol o con la luna,
que mas calle gritando yo con los ojos y los dientes?
Que olvido?
Una mujer?
Una mujer vestida de sus huesos amarillos y caricias impalpables?
Vuelvo a la guitarra, dije todo sin tocarla y asesine tres cuerdas.
Duerme el sombrero doble ala que no tengo junto a unos Ray Ban sucios, viejos que cierran sus ojos de cristal en medio de la mesa de madera que late y late medianoches.
Como dijo ya el poeta bravo del silencio y la canción, mucho, falta y sobra, tanto y otro; fronteras de poetas, poca poesía; poca poesía sin conocer la luz que conocen las hormigas, los duendes, los violadores del hastío, los hombres que lloran con la risa.
Agua en el desierto, lluvia en las sequías, hielo en el escoces soberbio que reina en ordinarios vasos de mentira, horizontes en cualquier callejón con tormentas y salida de emergencia, indiferencia en la ambición de zapatos brillantes y jornadas prolijas, no sangran no defecan, a eso llaman vida los muertos que se mueren muriendo de ganas?;
Llovemos, hielo somos si fuese necesario, zapatos con nudo de corbata, remera de inverno, calzoncillos largos de verano, inundados en medio de un charco.
Tímidos, osados, muy bien educados para la irreverencia, desparpajos, eruditos de veredas, tan mal intencionados como un arco iris con piropos de colores.
Vivimos sin duda dudando la vida que vivimos viviendo, vivimos muriendo, vivimos si nacen la felicidad y los besos aguardiente de los labios del limón de los deseos, el éxito, el fracaso de la sombra a contratiempo de los gestos.
La cara buena de la suerte gira como una moneda para todos, rienda firme del camino, cara o puño.
Dios de rojo carmín, pecado de seda y exclusivo, ó el diablo de las misas; impune yo nos encomiendo; nos cuide y nos proteja en la acción y en la plegaria de la oreja susurrando el altar de nuestras almohadas; de textos largos y aburridos, amores de rutina y cena fría,
del cancer generoso que enferma nuestra sana,
cada vez mas linda fatal y femenina,
vestida de solero de florcitas,
descalza, pisando y a sus pasos quien sabe que camina,
futuro, dolor, tierra de las despedidas,
divertida,
contradictoria y humana,
piernas largas,
mujer de carne y noche,
novia melancolía.